Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•

Cap. 64 Residente

Sólo con ella me dolía el rostro de tanto sonreír. Me quedé con ella durante su terapia, era casi una hora, y no se veía para nada contenta. No creo que presionarla sea lo mejor, y la doctora lo dijo, así que terminaron a los 45 minutos, en los cuales se dispuso a balbucear 2 palabras.

-¿Te dieron el desayuno?- Pregunté curiosa.

Asintió sentándose en la cama.

-¿Y qué era?- Dije sin darle importancia.

Me puse a mirar mis botas, y arreglarle las agujetas, para que no se sintiera incómoda, e intentara las veces que quiera hablar.

-G...- Suspiró molesta- Gela...tina.

Volví a mirarla.

-¿Estaba rica?- Pregunté con una pequeña sonrisa.

-S..Ssí- Dijo con la misma sonrisa.

Se movía para acomodarse la almohada, y podía ver sus expresiones de agotamiento. Me incorporé y me acerqué a acomodárselas bien, para que se sienta cómoda. Escuche las voces de sus padres acercándose.

-¡Cariño! ¡Cómo te fue!- Dijo SeungHyun bebiendo su café.

Lisa encogió sus hombros y reí. Se veía demasiado tierna, no pude evitarlo. Me miraron y me disculpé, escuchando esa musiquita preciosa, esa melodía que era la risilla de mi Lisa. Me sentí tan llena por dentro de tan sólo escucharla, que podría morir feliz. La miré por unos segundos, dejando ir un suspiro. Tzuyu me devolvió a la realidad cuando tomó mi brazo.

-¿Vendrás a almorzar con nosotros?- Preguntó entusiasta- ¿Al nuevo departamento?

Miré a su madre y tenía la misma cara, esperando por una respuesta.

-Oh...claro- Dije sonriendo- Gracias.

Su madre asintió y Tzuyu aplaudió para ella misma. Volteé un poco y au padre discutía con el ceño fruncido con su hija.

-No puedes tomar café- Dijo negando con la cabeza.

Lisa hizo un puchero que derritió mi pobre corazón. Miró a su madre en busca de respaldo, pero también lo dudo.

-No creo...que le haga daño- Comenté desde mi lugar.

Todos voltearon a verme.

-Digo...- Encogí mis hombros.

-Está bien- Dijo rendido.

Se lo extendió y le costó levantar la mano para tomarlo. Dio un sorbo, y sonrió satisfecha por el sabor. Vi cómo sus labios empezaban a moverse, esforzándose por musitar alguna palabra.

-Gra...cias- Dijo mirándome.

-De nada- Contesté de inmediato.

No podía evitar esa sonrisa estúpida que aparecía en mi rostro cada vez que me hablaba. Me sonrojé un poco cuando volvieron a mirarme intensamente. Sonreí nerviosamente y rieron.

Pasamos conversando lo que quedaba de tiempo. Lisa se esforzó por hablar, y su voz salía tan ronca, que no podía dejar de pensar en lo sexy que sonaba. Me quedé mirando sus labios mientras Tzuyu le contaba algo. Eran...¡tan besables! Joder, tenías que tener mucha fuerza de voluntad para no besarla de una buena vez.

Se mordió los labios. Es que eso era maldad pura. ¿Que acaso no sabía el grado de tentación que eso representaba? Gracias al señor su padre me distrajo.

-Gracias...por quedarte- Dijo haciendo una mueca parecida a una sonrisa.

-Gracias a usted- Dije asintiendo una vez con la cabeza- Por hacer que me dé cuenta de las cosas.