Capítulo 11.

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La obscura habitación albergaba una joven persona acostada sobre su cómoda cama. Se movía de un lado a otro buscando una posición cómoda para por fin poder cerrar sus ojos y descansar, pero no la hallaba. Refunfuñó molesto, quería dormir por favor ¿Tanto era pedir?

Rendido se sentó sobre su cama, miró a sus lados para encender su pequeña lámpara, una mínima luz se hizo presente por la habitación del joven. De su mesita de noche tomó aquel aparato para después desbloquearlo, sonrió preso de su fondo de pantalla, una conversación entre el y su pareja, el amor predominaba entre ellos. Buscó entre sus contactos aquel nombre de cuatro letras y al hallarlo iba pulsarlo, pero algo se lo impidió.

¿Quién rayos llama a su pareja a las tres de la mañana?

Ladeó su cabeza por su comentario ridículo sobre el capítulo de Bob Esponja, debería madurar y dejar de ver esa serie infantil.

Apretó el contacto mientras lo acercaba a su oído, el típico sonido de espera se hizo presente entre el abrumador silencio. Un tono. Dos tonos. Tres tonos... Y contestó.

—¿Qué paso? —una voz adormilada se hizo presente en la otra línea.

—¿Te desperte? —preguntó en un susurro—. Perdón, no debí llamar.

—No, no, tranquilo —respondió rápidamente—. Estaba despierto.

Él soltó una pequeña risa, que lindo detalle de su parte fingir que estaba despierto durante horas cuando su voz lo delataba.

—¿Qué tienes? —preguntó preocupado—. Llamaste repentinamente y me asustaste ¿Sucedió algo malo?

—No, tranquilo —suspiró mientras se acomodaba lentamente en su cama—. No puedo dormir.

Un silencio se hizo presente entre los dos, era cómodo y lleno de paz. Era relajante escuchar las respiraciones del contrario, un detalle maravilloso, podían estar horas y horas así y no sería nada incómodo, su silencio era fácil de interpretar.

—¿Quieres qué me quede hasta que duermas? —su voz relajada lo sorprendió, por un momento pensó que se iba a enojar y terminar la llamada.

—¿No tienes sueño?

—Realmente no, anda duérmete tú —una débil risa se hizo presente. Un pequeño escalofrío recorrió su piel, su sonrojo aumentó mientras mordía su labio nervioso—. No quiero que mañana despiertes mal.

Aquel joven hizo caso de su pareja, se acomodó entre las cálidas cobijas y cerró los ojos, soltó nuevamente un suspiro mientras escuchaba del otro lado de la línea como se preparaba para resitarle aquellas estrofas llenas de amor, calma y sobre todo, cariño.

«May these words be the first
To find your ears»

Cantó la primera estrofa de la canción que tanto amaban ambos, el contrario que escuchaba atentamente se relajó para sonreír levemente.

«The world is brighter than the sun
Now that you're here»

Ambos jóvenes enamorados cerraron los ojos, aquella frase era cierta, su mundo se iluminó cuando aceptaron dar el siguiente paso. Ahora están más enamorados que nunca. Una increible, extraña pero maravillosa conexión que ambos tenían.

el malo del cuento  ✧  fede ❬fnafhs ; fhs❭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora