Espiritus y Jardineria oficina de consulta

Salir de la rutina

El cielo comenzaba a tomar algo de color preparándose para el amanecer cuando Mob desciende frente a una gigantesca casa de madera abandonada en medio del bosque, esta tenía una fachada victoriana con todos los marcos de las ventanas vacíos dejando ver una profunda oscuridad dentro de la casa. Cuando los pies de Mob tocan el suelo este comienza a bostezar y su fiel compañero verde Ekubo lo sigue de cerca.

- ¿Realmente era necesario venir en la madrugada? No es normal para ti estar despierto a esta hora

- Lo se... pero quisiera hacer esto antes de abrir la tienda.

Ambos se encaminan hacia la entrada de la casa y abren la puerta, la poca luz de la madrugada no podía iluminar la intensa oscuridad que dominaba dentro y un escalofrío hace dudar a Ekubo.

- Shigeo, tal vez no es tan buena idea, mejor llama a Ritsu

- no, se molestara si nos descubre

La densa oscuridad no perturbaba a Mob quien después enciende una linterna, pero esta no lograba alumbrar.

- la linterna tampoco funciona aquí...

Comienzan a adentrarse en la casa caminando con cuidado para después solo escuchar como la puerta se azotaba por sí sola encerrandolos, los muros y el suelo comienzan a moverse como si estuvieran vivos.

- ¡¿Qué está pasando?!

- debe ser el espíritu...

- ¿No puedes solo exorcizar toda la casa?

- Si no soy cuidadoso podría derrumbarla.

- ¡A nadie le importa este vejestorio de casa!

- ....

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La habitación toma una nueva forma mostrándoles un cuarto vacío con sólo unas escaleras a seguir, ambos suben por estas llegando a un largo y estrecho pasillo lleno de puertas abiertas y en la última puede verse una pequeña luz

- ¿El espíritu estará revelándose solo?

Mob no le contesta solo sigue caminando hacia la habitación, su barrera mágica comienza a iluminar la oscuridad y su cabello se ondulaba de un lado a otro dejando ver claramente su mirada fría pero apenas cruza el marco de la puerta su cabello regresa a la normalidad y contempla sorprendido a un chico rubio sentado en el suelo abrazando sus rodillas y ocultando su rostro, había mucha sal regada a su alrededor como si hubiera intentado hacer garabatos con ella y frente a él una débil vela de cera derretida que estaba por terminarse pero el fuego lograba iluminar la oscuridad que reinaba en la casa, el pequeño permanecía inmóvil puesto que no se había dado cuenta aún de la presencia de Mob.

- ¿es el espíritu?

- No siento nada de él...

El chico da un leve brinco al escucharlo y levanta la mirada apresuradamente para ver a Mob quien se acercaba despacio con cautela.

- ¿Se puede saber qué hace un niño aquí? Dirigiéndose al chico

El rubio lo escanea de pies a cabeza con la mirada, se aclara la garganta y toma un poco de aire para contestar.

- ¿Disculpa? ¡Yo vivo aquí!, ¿está bien que un adulto entre a la casa de otros sin ser invitado? Contestaba mientras hacía unos extraños movimientos con sus manos difíciles de seguir.

- ¡E-eh!.... N-no lo sabía... "hice bien en tener cuidado con la casa" pensaba Mob

- ¡Shigeo! ¡No hay forma de que ese mocoso viva aquí!