Sólo por un rato

Capítulo Dieciocho

Estefany, mi mejor amiga, invitó a Wilselies y a mí para playa, una gira familiar. A principio no quería porque no conocería a nadie pero después lo pensé y decidí ir. Como de costumbre, me levanté a las cinco de la mañana, me bañé y preparé una neverita llena de bebidas alcohólicas y una mochila con snacks, si voy a beber tengo que mantenerme comiendo, no me gustaría emborracharme o pasar una vergüenza con la familia de mi amiga.

Cuando llegue a su casa rápido su mamá me saludó, me cayó de maravilla, es bien chévere.

También conocí a José, uno de sus dos  hermanos.

Elvin sería el chófer como siempre, para todas nuestras giras siempre está él y no es que sea lindo, si no porque su guagua escolar está a otro nivel.

De camino iba de lo más callada, no me atrevía ni a sacar una sangría de mi neverita, tenía que dar una buena imagen.

Habían dos muchachos que llamaron mi atención, uno era rubio, alto, con ojos verdes pero se veía tímido. El otro era más mi estilo, negrito, ojos verdes y un culaso mega cabrón, lo único que quería era saber si era touch.

Llegamos a la playa y habían unas vistas hermosas, saqué un vaso rojo, lo llené de hielo y me preparé un trago, hoy se bebe fino. Al carajo la imagen de Santa. En el agua socialicé un rato, el alto se llama Xavier y el nalgón Jaime. Estuve como veinte minutos en el agua, luego me senté en la orilla con Wilse y pasó un muchacho que no había visto, me miró y sonrió, yo le devolví la sonrisa y dije

-¿Quién será ese?

-Ese es Joel, el hermano de Fefa. (Así le dice a Estefany)

-Oh... no sabía.

- Está mirándote hace rato, no te despega los ojos de encima.

-Y yo estoy mirando el culito de Jaime que está bien uro y paradito. Deammmmm.

Luego de eso, busque mi toalla, la estire sobre el suelo y me recosté.

No pasaron ni cinco minutos y Elvin estaba al lado mío y no pude evitar preguntarle por Miguel, por más que fuera las guaguas escolares y él me hacían pensar en todo lo que pase con Miguel y, quería saber si estaba bien. Aunque fue un estúpido, se dejó llevar por lo que le decía la gente de mí y de la nada me dejó de hablar. Yo estaba enamoradísima de ese hombre, cambié mi manera de pensar é inclusive mejore mi forma de ser y por un malentendido se fué, no le importaron mis sentimientos. Al sol de hoy todavía me importaba, no salía de mí mente...

Me dijo que había dejado las guaguas escolares y había conseguido un trabajo mejor, me alegré por el.

Pero ignoramos eso, yo no estoy para amores lo mejor que me pasó fue que el me dejara de hablar, lo mío es putear. No estoy para nada serio, el amor es una mierda, estoy para placer, para sexo y alcohol. Noches locas, incluyendo drogas si la situación lo amerita.

A las tres de la tarde me cambié y ya había recogido todo, había sido un día excelente, de pura relajación.

El hermano de Estefany no me quitaba los ojos de encima pero no me molestaba, ya estoy acostumbrada a que me miren así.

De camino veníamos bailando, relajando y pasándola bien.

Mientras yo bailaba, veía a Joel mirándome y sonriendome.

¿Qué pasa con él? ¿Quiere hablarme?

Nos paramos a comer en BK y mientras hacía la fila Dios me puso a Jaime de frente, ese culito delanre de mí y no desaproveché la oportunidad de tirarle.

-¿Son touch?.- me miró y se rió. Sabe a lo que me refería pero se quedó callado, quizás tenía novia, no sé.

Me senté a comer con la mamá de Estefany, Wil y Fefa. Dialogamos un rato y luego nos fuimos.

Ya estaba cansada de bailar y me recosté en un asiento a ver qué había en el Facebook.

Ví tres mensajes nuevos, doce notificaciones y una solicitud de amistad.

Lo primero que verifiqué fue la solicitud, era de un tal "Leonardo". Miré su perfil por encima, no se veía nada mal y lo acepté sin saber quién carajos era. Dice que es de donde yo vivo y en mi puta vida había visto esa cara.

Apague el Internet y me eché una siesta el resto del camino.

Cuando llegamos me despedí de casi todos menos de Jaime y Xavier, ellos al igual que yo se iban con Elvin y él los dejaría en sus respectivas casas.

Yo me quedé en las escaleras y, dos minutos después nos paramos frente la casa de Jaime. Y, como lo educada que soy me baje y me paré en la puerta, él estaba borracho y, cuando se bajó me vió, me sonrió y en un segundo se me pegó y me dijo

-¿Y tú?.- y se rompió a reír.

-¿Y yo Que?.- le dije con una sonrisa pícara.

Y, sin decir nada me da un beso en la comisura de mis labios y se despide.

Yo me quedé petrificada, no esperaba eso. ¿Porqué lo hizo tan tarde? ¿Porqué cuando nos vamos? Es más que obvio que no lo volvería a ver más y eso me puso mal, no pude verificar si ese culaso era touch.

Volví a montarme en la guagua y Elvin me llevo hasta mi casa, me despedí de él ,  me di un balo y después caí rendida en mi cama pensando en una sola cosa: Las nalgas de Jaime.