Mi nombre es kya, tengo él pelo negro, tez blanca, tal vez demasiado blanca, tengo un lunar debajo del labio y los ojos marrones comunes pero siempre uso lentillas de color azul para ocultar él color de mis ojos, lo hago desde muy pequeñita.
Siempre me he sentido diferente a las demás, cuando nací mi madre sabia que yo no era una chica común y decidió ponerme él nombre de kya, que significa diamante del cielo, sonara estupido pero ella sabia que sería especial.
Tengo dieciocho años, nunca obedezco las ordenes ya que se cuidarme sola, mi madre siempre ha tenido miedo por lo que podría pasarme.
Mis padres están separados y a raíz de ahí comenzó a cambiar mi vida para siempre.
Me cuesta confiar demasiado en las personas.
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Confieso que he vivido.
Teen FictionA veces tumbada en mi cama me pongo a pensar en lo difícil que hacemos las cosas, aunque sean muy fáciles tenemos la habilidad de complicarlo todo. Por muy pequeño que sea él problema todo lo vemos tan enorme, tan imposible de alcanzar que terminamo...