INKERI "La Salvación de los Ángeles Caídos"

Capítulo 3

Confianza Absoluta

"Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra Satanás y los suyos, que fueron derrotados, y no hubo lugar para ellos en el cielo, y fue arrojado la Serpiente antigua, el diablo, el seductor del mundo. Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado a vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo"

Fue lo primero que leí al desbloquear mi celular, eran 02:59 de la madrugada, Lilo e Ingrid fueron a casa por ropa para mí, la que traía estaba manchada de sangre. Todos pensaran que hace una chica cuidando a un completo extraño, pues eso me pregunto yo también, fue algo espontaneo y decidí esperar.

Estaba afuera de la habitación de Mikael, a pocos metros de aquel desconocido que me lleno de una confianza absoluta, el sueño me vencía, cerré mis ojos por unos segundos, aquellos susurros volvieron de la nada, abrí mis ojos y lo que vi me aterro más de lo que estaba, aquella puerta de la habitación de Mikael se hizo muy lejana; intente levantarme pero algo me sostenía, raíces secas hacían presión alrededor de mis tobillos, vi unas criaturas tenebrosas aparecer de la nada, hacia fuerza para liberarme, lo logre.

Corría a toda prisa sin poder llegar hacia la puerta, aquellas criaturas se arrastraban tratando de alcanzarme, de pronto una luz brillante me cubrió y con ella la realidad volvió, estaba de pie a unos centímetros de la cama donde se encontraba Mikael.

— ¿Qué haces aquí? Inkeri — pregunto Lilo; — solo quería ver si estaba bien— respondí— te he traído esto, me dio un bolso — le he dicho a tu mama que te quedarías a dormir en casa de Ingrid— me informo.

Le agradecí por cubrirme, me dirigí al baño dispuesta a cambiarme la ropa que traía, fui desvistiéndome, al quitarme el pantalón, vi en mis tobillos moretones como si mi sueño haya sido real, me puse rápido la ropa que me había traído mi amigo.

— Ink— golpearon mi puerta, — sí, ya salgo— respondí; —la enfermera ha dicho que ya podemos ir a casa— me dio el mensaje mi amigo— te dije que me quedaría toda la noche— respondí desafiante — allí esta Inkeri la guerrera al rescate, vamos Ink son las cuatro de la mañana no has dormido nada, necesitas descansar— yo creía que mama estaba en casa, Lilo, él no tiene quien lo cuide y dirás que estoy loca pero él me da una confianza absoluta, además estamos en un lugar púbico y no creo que me haga nada malo— trataba de convencerlo.

Me costó mucho, Elías es muy sobreprotector, quiere defenderme de todo, pero logre enviarlo a casa; pero ya lo tendré aquí 8:30 de la mañana.

La enfermera me facilito una almohada y una manta para que me acomodara en el sofá de la habitación de Mikael, puff... dormir con un extraño no estaba en mis planes antes de morir, me acosté en el sofá y como algo hipnótico me dormí al instante.

Flashback

— La tomografía nos muestra que hay una masa extraña en el lado del lóbulo izquierdo del cerebro de Inkeri, sus dolores de cabeza y alucinaciones serán más fuertes, necesita una cirugía inmediata, Katherine no puedo mentirte, puede ser un tumos cancerígeno— informo el doctor

Mi padre callo todo el tramo para llegar a casa, me enviaron a mi habitación pero era inevitable escuchar su tema de discusión yo nuevamente

— Te dije que nos traería problemas Katy, ella morirá de todas maneras, y yo no quiero continuar con esto— es nuestra hija— te dije que no era buena idea continuar con esto— Inkeri morirá, no podrás hacer nada, es su destino— como puedes decir eso, ella es lo más bueno que paso en nuestras vidas— entiende mujer, ella está enferma y yo ya no quiero ser parte de esto— donde vas— escuchaba como mama lloraba y mi corazón se rompía en mil pedazos como de costumbre.

Fin del Flashback

— Te encuentras bien— un acento extraño me hizo despertar; — que sucedió— pregunte algo agitada— estabas quejándote— si estoy bien, solo que tuve un mal sueño— querrás decir un mal recuerdo.

Dicho eso me descoloco un rato, vi hacia la pared buscando el reloj, eran 10:15 de la mañana, al parecer Lilo se olvidó de venirme a ver o quizás se quedó con Ingrid.

Volví mi vista hacia la cama, ahí estaba Mikael, viendo por la ventana que tenía frente a él.

— Bien, Mikael de dónde eres— pregunte para romper el hielo— soy un viajero buscando soluciones para los problemas del mundo— me respondió, — buena suerte macho, espero y lo logres, o al menos reconozcas quien te apuñalo anoche— le dije.

— Y tu Inkeri— pregunto — pues soy una persona que vive su día a día como si fuese el ultimo— que dices, si eres joven— respondió— pues creo que la apariencia y edad no tiene nada que ver— que tienes?, si quieres contarme está bien— pregunto— pues estoy algo enferma—respondí desviando su mirada— últimamente hay cura para toda enfermedad— trato de animarme— para lo que tengo no lo hay— dije — Yo conozco a alguien que si puede ayudarte pero todo depende de ti— me dijo; — de mi— pregunte— si de ti, el cuida de todos vosotros, y vosotros sois quienes deciden sus destinos— exclamo.

Aquellas palabras me hacían recordar a mi madre, ella me vive diciendo lo mismo, pero no sé si creo realmente en lo divino, recé tanto para que mi papa volviera a casa, y no lo cumplió, rece por que el tumor no se haya extendido, pero tampoco vi nada positivo, solo me queda un año de vida, un maldito año que se me agota.

— Tienes algún familiar que pueda venir a ayudarte mientras te recuperas—pregunte tratando de romper el silencio—pues como te dije, soy un viajero, recién había llegado y me robaron todo— respondió algo apenado— eso quiere decir que no tienes donde quedarte— pregunte — pues no— respondió.

— Pues creo que tengo una solución, dijo si es que quieres, en casa hay una habitación amoblada en el ático de mi casa, tenía pensado en alquilarlo, si quieres te ayudo mientras te recuperas buscas un empleo y después me pagas por el alquiler y así aprovecho y mama no se queda sola— propuse.

— Te parece— respondió— pues si quiero ayudarte, creerás que estoy loca pero me das mucha confianza y eso es algo alucinante soy muy desconfiada y contigo es distinto— le comente.

— Buenos días, Inkeri eh venido por ti, ya firme tu acta de alta dinos donde tenemos que llevarte— entro diciendo mi amigo

— A mi casa— respondí encogiéndome de hombros— en tu que— casi gritaba el dramático de Lilo. —tengo que decirte algo en privado— me llevo a fuera de la habitación.

— Inkeri te volviste loca, es un completo desconocido— no tiene donde quedarse solo le daré una mano— hey, solo no quiero que te lastimen— de que hablas Elías— te gusta el extraño— claro que no— claro que si— claro que no, además te dije que pensaba en alquilar el ático, y me parece que él será un buen inquilino, y mama no se quedara sola mientras yo termino la carrera. — dije y volví a entrar a la habitación.

Al entrar vi que Mikael estaba cambiado de ropa, traía la misma de anoche, alguien le había conseguido una camisa nueva.

— Inkeri no quiero incomodar a tu novio, puedo buscarme un lugar— mí que, ah Elías no es mi novio es mi mejor amigo— conteste— además me acabaste de decir que te robaron todo, solo te echare una mano y ya— respondí

Fuimos a casa, no tarde mucho en convencer a mama, para mi sorpresa a ella también le cayó muy bien, eso me hacía feliz, por fin tendría con quien hablar, ya que Lilo y yo no pasábamos mucho tiempo en casa.

— Mikael te enseño la habitación— dije y lo lleve conmigo

Subimos las escaleras en forma de caracol del fondo del pasillo, y llegamos al ático.

— Espero y te sientas en casa— dije — gracias por hacer esto, no cualquiera mete a un extraño bajo su techo— pues mama y yo confiamos en ti, recupérate pronto—dije tratando de bajar las escaleras pero todo se me nublo.