Citando Sentimientos

14 1 0
                                    

Tres de Octubre

Ayer fue 03 de octubre.
Tal vez ni lo recuerdes... pero, la última vez que nos vimos fue un 03 de agosto.
Fue la última vez que dormimos juntos, que nos abrazamos, que nos besamos, que nos dijimos que nos queremos a la cara. Fue la última vez que tu frente choco a la mía y nuestros ojos hicieron contacto. Fue la última vez que vi esa sonrisa y que vi esas lágrimas caer...
Fue la última vez que te tuve.

Ha pasado dos meses y como siempre en nuestra relación, todo ha sido como una montaña rusa... con subidas y bajadas.
Quizás estos dos últimos meses fueron incluso más que eso.
Fueron abismos, pendientes y cumbres.
Pasé de un sentimiento al otro en menos de segundos.
Tenía rabia, amargura y al mismo tiempo te extrañaba como nunca lo había hecho antes. Estaba triste y enfurecida contigo, pero al mismo tiempo totalmente agradecida. Te echaba de menos, sentía tu ausencia en el alma, pero me ganaban las ganas de largarte. Estaba entremezclada con toda clase de decisiones. Te quería lejos de mí, pero al segundo siguiente te quería junto a mí. Quería que vuelvas, que estés ahí, pero quería hacerte respetar la decisión que tomaste y... ¡cuánto quería darte una bofetada! Quería llamarte y escribirte, pero sabía que no era lo que tú querías, así que mejor me aguantaba.

Ayer también quise escribirte. Es más, ayer fue insoportable. Lo iba a hacer, pero recordé que no quieres que lo haga. Recordé que me pediste que me aleje y que te deje ir: los pensamientos que han invadido mi mente desde el día en el que los mencionaste. Y volvieron a ganar esos pensamientos. Tal vez siempre ganen. Tal vez siempre me aleje, tal y como lo quisiste.

Hoy leía conversaciones antiguas contigo.
Y me ponía a renegar al leerlas... sobre todo por las cosas por las que te amargabas, por las cosas que me decías, por cómo me respondías.
Tal vez me enamore demasiado rápido de ti.
Tal vez sienta conocerte de toda la vida, pero el hecho es que no lo hago.
Yo me pregunto cómo puedo estar sufriendo tanto. Al leer como éramos, pienso que estoy más tranquila sin ti, porque vida... eres todo un desafío. Tan terco, tan coqueto con medio mundo, tan insoportablemente Hermione.
Debería estar ahora mucho más tranquila.

Y mientras más noto como eres, más me encantas. Más me doy cuenta de que eres la ficha de rompecabezas que da perfectamente con la mía. Más me convenzo de que fuiste hecho para mí.
Eres un desafío amor mío.
Eres mi desafío.
Eres eso que le da sabor a mi vida.
Eres lo que necesito.
Lo que buscaba y todo lo que ni sabía que buscaba.
Lo quiero todo: lo bueno y lo malo.

Y es aquí cuando me pregunto que pasara con nosotros. Me pregunto si el hilo rojo de mi meñique, ese que se pierde de vista en el infinito, termina en tu mano, en tu dedo meñique.

Y de nuevo comienzan las dudas. ¿Y sí solo me he ilusionado? ¿Y si todo esto solo es unilateral? Cuidado vida mía, que la montaña rusa vuelve a tomar fuerza.

RecordabaWhere stories live. Discover now