Capítulo 2

417 33 3
                                    

En el edificio de investigación el ambiente estaba diferente. Kisame y los demás estaban emocionados por la cena de hoy. Quizá era porque casi nunca íbamos a una o porque los fondos serían para una investigación para la necesitábamos recursos. En realidad todos estaban hablando sobre la cena y mientras yo encerrado en mi oficina trataba de ignorarlos, tenía que preparar la clase para mañana porque al día siguiente no tendría tiempo. Como encargado del departamento de investigación tenía que recibir y cuantificar los materiales que llegaban y mañana era uno de esos días. Estaba por terminar la presentación cuando se abrió la puerta.

—Cambia esa cara, hoy será nuestro día de suerte, supongo que irán muchas bellas mujeres con las que podremos hablar y quizá pasar una gran velada—. Alzó las cejas y sonrió estúpidamente.

—Creo que no será mi noche.

—Itachi, es tiempo que tengas una novia, hasta Lee el becario está saliendo con una linda chica que estudia economía.

Eso me recordaba que nadie sabía sobre mi vida privada. No había razón para contar que estaba comprometido, al menos de palabra, con Konan y que su padre era dueño de un banco con presencia mundial.

—Me acompañará una amiga—. La sorpresa se mostró en el rostro de Kisame.

—¡Bien guardado te lo tenías! Esta bien, entonces me ayudarás a buscar a una linda chica—. Y sin más salió de mi oficina. Hoy sería un largo día.

A las ocho en punto estaba tocando el timbre de la casa de Konan, el mayordomo me hizo pasar y me senté a esperarla en la sala. Unos minutos después entró ella con una corbata roja en la mano y envuelta en un vestido rojo tan entallado que pareciera que no la dejaba respirar.

—¿No me vas a decir lo bella que estoy esta noche?—. Hizo un puchero infantil.

—Perdón. Te ves muy bien.

—Olvídalo—. Se acercó para poner la corbata alrededor de mi cuello. —Ya está, podemos irnos.

La cena era en uno de los salones más exclusivos de la ciudad. Como era de esperarse varios giraron la vista a nosotros. Siempre era así, todo el mundo se preguntaba porque yo siendo el primogénito no participaba con frecuencia en actos sociales de la empresa o que involucraran a la familia Uchiha. Además muchos seguirían preguntándose la relación que Konan y yo manteníamos, no era la primera vez que nos veían juntos. Quizá más de uno suponía que éramos novios o amantes. En cuanto entramos, Konan me acompañó a saludar a algunos conocidos pero después de las rigurosas muestras de respeto se desentendió de mi para platicar con sus amigos.

Casi no conocía a nadie de los jóvenes hijos de aquellos hombres a los que conocía por la relación que tenían con mi padre. Siempre era lo mismo, el asistir a esas reuniones me hacía darme cuenta que no pertenecía completamente a este mundo. Cuando giré la vista pude ver a Kakashi que caminaba hacia mí y a su lado venía su hija. Creo que nunca había sentido nada igual, una sacudida recorrió mi cuerpo hasta instalarse en mi miembro. No hubiese esperado que la tímida Sakura pudiera vestir de esa manera, quizá no era tan tímida como aparentaba. Llevaba un vestido negro que se ajustaba a su figura bien proporcionada y ese escote en v estaba indicando que tenía mucho que ofrecer porque sus blancos pechos se asomaban provocadores a través de la tela. Su cabello sencillamente recogido y maquillaje definitivamente la hacía ver mayor.

—Hola Itachi, acabamos de llegar, me gustaría hablar con algunas personas pero temo aburrir a Sakura, ¿podría quedarse contigo un momento?

—Papá, quizá el profesor Uchiha tenga planes. Además ya soy mayor de edad.

Ese comentario hizo respingar mi polla, como si el simple hecho de saber que podía tomarla fuera un aliciente para encenderme. Se giró hacia mí y sus mejillas volvían a estar sonrosadas, su perfume suave y dulce provocó que casi gimiera del gusto.

Mi deliciosa nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora