Capítulo 4

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Sabía que no era correcto lo que estaba haciendo. Estaba en casa de Kakashi, un buen amigo, tocando a su hija mientras estaba dormida y receptiva a mis caricias. Deslicé un brazo debajo de su cuerpo y se acurrucó a mí de inmediato. Con esa mano comencé a acariciar su seno por encima de su pijama que era un sexi vestido de seda tan corto que con la otra mano acariciaba su entrepierna por encima de su braga.

Había tomado un baño, porque su cabello seguía húmedo y olía delicioso. Cuando noté que sus bragas comenzaban a empaparse las hice a un lado para introducir un dedo en su raja. Sakura comenzó a soltar roncos gemidos, tan sensuales que comencé a besar su cuello. Su interior estaba tan apretado, era virgen y eso me excitaba muchísimo. El pensar en ser el primero en meter su verga dentro de ese estrecho canal casi me hacía eyacular.

—¿Profesor?—. Su voz sonaba asustada, pero ronca al mismo tiempo.

—Tranquila, no haremos nada que tu no quieras. Vas a ver cómo esto te va a gustar. ¿Recuerdas hace rato cuando alcanzaste el orgasmo?— gimió.

—Sí.

—Esto será mejor, mucho mejor. Quítate tu bata y la braga, quiero sentirte desnuda.

Lo hizo lentamente, no podía ver su rostro pero aseguraba que estaba sonrojada. En ningún momento dudó, simplemente obedeció y eso me excitó. Era muy obediente y tenía que compensarla. Me quité el bóxer y mi verga estaba chorreando jugo preseminal, jamás me había pasado esto. Sakura era tan bella que no tardé en acostarla y comenzar a lamer su coño. Fue grata la sorpresa al encontrarlo completamente depilado y suave, sabía delicioso. Comenzó a gemir muy fuerte que tuve que meterle dos dedos a la boca para que se entretuviera chupándolos mientras seguía lamiendo profundamente sus labios vaginales.

—No hagas ruido, no queremos que alguien nos descubra.

Con la mano libre pellizqué sus pezones que estaban duros y preciosos, deseosos de ser mamados.

—Eres hermosa Sakura, una delicia.

Los dedos que había lamido los enterré sin aviso en su cálida vagina para comenzar a bombear mientras rozaba su clítoris con mi pulgar. La besé para que probara su sabor, después estaba mamando sus pechos, tan grandes y suaves. Mis dedos llevaban la cadencia que mi verga deseaba.

—Córrete Sakura, córrete otra vez para mí.

Cuando terminé de decirlo ella lo hizo, estaba sudada y lucía satisfecha después de unos minutos. Había llenado mi mano de sus jugos, comencé a masturbarme hasta comenzar a gemir, me vine en su vientre con un fuerte gemido, no paraba de correrme. Ella tomó un poco del semen y lo llevó a su boca para probarlo.

—Está salado, pero es delicioso.

Eso me puso todavía más caliente, la cargué de la cintura hasta colocarla en cuatro. Ahora lamía su coño en esta posición, ella apenas se podía sostener que prefirió recostar su cara en la cama haciendo que tuviera une mejor vista de su intimidad.

—Profesor, esto es mejor de lo que pensaba. Siga, por favor.

—Itachi, dime Itachi mientras te como. Cuando estemos solos quiero que me llames por mi nombre, para que sepas quien te está follando.

Metí nuevamente mis dedos en su raja, pero ahora cabían tres. Me impresionó la cantidad de jugos que salían de Sakura y que facilitaban el poder bombearla. Tomé mi polla que nuevamente estaba erecta para guiarla a su coño. Los jugos goteaban hasta caer en la cama.

—Itachi, por favor.

No la penetraría, una parte de mí me lo impedía, pero eso no quería decir que no podía masturbarnos. La recosté completamente bocabajo juntando sus piernas para que al poner mi verga la sensación fuese similar a penetrarla.

Mi deliciosa nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora