Capítulo 8

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Casi no pude dormir, estaba ansioso por ver a Sakura pero antes tenía que ver a Konan en el desayuno. Después de estar listo, salí rumbo a su casa y cuando entré una sirvienta me llevó hacia la terraza, ahí estaba su padre y ella.

—Hola Itachi, qué bueno que llegaste, toma asiento. ¿Quieres jugo?

En eso escuchamos que alguien había tocado el timbre.

—Perfecto, está por llegar el último invitado.

Un momento después vimos cuando un joven se acercó a la mesa y nos saludó. Lo recordaba, era el chico con el que Konan había estado en la cena para conseguir los fondos de la investigación.

—Papá, Itachi, les quiero presentar a Nagato, el hombre que amo.

—¿A qué estas jugando Konan? —dijo su padre muy furioso. Yo solo me sentí aliviado por tener tanta suerte.

—Con todo respeto señor Sarutobi, me quiero casar con Konan. Ya lo hemos hablado y...

—¿Ya lo han hablado? ¿Creen que esto es fácil? Konan acabamos de anunciar tu compromiso con Itachi, ¿qué dirá la junta de accionistas?

—La empresa de mi familia puede ayudarle. Sé que no tenemos una empresa como Uchiha Lab ni su influencia política pero si en mis manos está el bienestar de Konan, daré lo mejor de mí.

—Papá, me cansé de forzar las cosas, sé que Itachi no me ama y merezco la felicidad que tu alguna vez tuviste con mamá. No quiero ser infeliz, y Nagato es parte de esa felicidad.

—Tienen mi apoyo. Konan, deseo que seas feliz y tienes razón, entre nosotros no hay nada, aunque podemos ser amigos. Señor Sarutobi, espero que podamos llegar a un buen acuerdo para las dos compañs, no creo que s no hay nada, podemos ser amigos. Señor Sarutobi, espero que podamos llegar a un buen acuerdo para las dos compías—. Él no pudo contestar ante la incredulidad.

—Gracias Itachi, sabía que entenderías y no te preocupes, déjame a la prensa, yo solucionaré todo—. Dijo Konan feliz.

Ella abrazó con afecto al tal Nagato y se besaron a pesar de que su padre parecía desolado por las decisiones que su propia hija había tomado. Salí de ese lugar con una sonrisa, sentía que el destino estaba de mi parte. Las cosas estaban tomando su curso. Fui a mi casa a preparar todo para la visita de Sakura, había tardado menos de lo que esperaba en casa de los Sarutobi. Después de un almuerzo ligero llamé a mi padre a su línea privada.

—Tengo noticias, Konan rompió el compromiso, se va a casar con otro hombre.

—Esas son buenas noticias, al menos no fuiste quien rompió el compromiso primero.

—Te aviso porque en cualquier momento se puede poner en contacto contigo su padre o el abogado de su familia. Le dije a Sarutobi que podríamos llegar a un buen acuerdo entre las dos compañías. Pero ahora será sin una boda de por medio.

—Tendré que convocar a una reunión, ¿vendrás?

—No, veré a Sakura mas tarde, ella tiene que saberlo. Te llamaré mañana, pero iré a la oficina hasta el martes, el lunes es mi último día en la universidad.

—Esta bien. Espero tu llamada.

Ya eran casi las cuatro de la tarde cuando escuché el timbre me acerqué realmente ansioso para poder ver por la cámara. Era la primera vez que invitaba a una mujer a mi casa. Pero Sakura sería la única.

—Itachi, soy Sakura—, me sonaba nerviosa.

—Pasa, es el último piso—. Le abrí la puerta de abajo y salí hacia el elevador para esperarla.

Mi deliciosa nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora