Tengo muchas cosas que decirte. En primer lugar, gracias por haber sido la llamada que siempre tenía una crítica constructiva. Gracias por nunca dejarme solo y que pudiese abrir los ojos cuando iba por el camino incorrecto o sin duda, el más incorrecto de mi vida. Gracias por estar siempre al pie del cañón y escucharme siempre. Has sido mis ojos, mis oídos, todo lo que quería cuando lo he necesitado. Me has dejado ser un niño pero también me has permitido ser el hombre que siempre he querido ser. Me has seguido la corriente aun cuando era insoportable. Has sido la mejor amiga o compañera del alma que he tenido, porque hasta de mis chistes malos te has reído. Gracias por haberme enseñado a apreciar algunas cosas y a ser algo mejor, a crecer.A pesar de todo, ya apenas te lloro por las noches, ya no te espero con ansias ni a ti ni a tu mensaje de buenas noches. Ni siquiera abrazo ya la almohada pensando que algún día mágicamente se convertiría en esa persona que tanto amé, que tanto cuidé. Pienso en otras chicas a veces, y ya hasta puedo sonreír sin que sea pensando en tu nombre. Estoy empezando a recuperarme y no es que haya perdido el juicio, sino que hay que seguir el camino que la vida nos da, y tú has decidido seguir al margen de mi vida, por otro rumbo.Siempre agradeceré hasta a las estrellas por haber permitido que hayamos pasado un determinado tiempo juntos, compartiéndolo todo y sobre todo, compartiendo el amor, un amor puro y real. Han sido muchos meses escribiendo buenos días, buenas noches y todo empezó con un hola. Después siguieron las sonrisas y al final llegaron los besos y todo lo demás. Hemos crecido de la mano, hemos compartido todo tipo de detalles desde los más mundanos hasta los más especiales. Ya no podemos estar juntos, lo nuestro ha acabado. Pero quería que supieses que haber compartido ese tiempo contigo ha sido una gran vivencia, para ambos.
