El sonido demasiado cercano de algo pesado siendo estampado contra una superficie hizo que abriera lo ojos y se pusiera alerta.
- Ya termine de leer estos – le informó Aldrick con una expresión de fastidio mal disimulado mientras su dedo apuntaba a los libros que ahora yacían sobre el escritorio.
- ¿Qué sucedió? – cuestionó sintiendo el resentimiento de sus músculos por la incómoda posición de descanso cuando irguió la espalda del suelo.
- No lo sé ya estabas allí cuando entré –
El aprendiz limitaba su mirada al espacio ya plano en la alfombra señalando donde su cuerpo había reposado por horas – trate de moverte pero te negabas a cooperar así que deje que cumplieras tus deseos, total no era mi espalda – agrego encogiendo los hombros como si fuera indiferente a las acciones de la parca
- ¿Qué hora es? – termino de erguirse
- Cerca de las tres de la tarde – respondió después de cerciorarse con una mirada rápida su reloj de muñeca – dormiste casi toda la mañana –
El tono de su voz siguió mostrando condescendencia mientras el ligero chasquido de lengua al final demostraba su desaprobación.
- No seas quejica – advirtió mientras acomodaba sus ropas
- Puedo ser lo que yo quiera – afirmó sin remordimiento ganándose una mirada de "no me provoques" - ¿Enfrentaste otra vez a ese ángel chiflado? – preguntó cambiando de tema y ver si la parca deseaba compartir algo de información -
- No, No pelee con Laurent, ¿eso satisface tu curiosidad por mis asuntos personales? - lo miro con cara de pocos amigos mientras dejaba caer su cuerpo en el sillón buscando un mejor lugar para descansar
- Tienes la misma apariencia que tenías después de su pelea –
Aldrick continuo dibujando las ojeras en su rostro al mismo tiempo que señalo la coloración o más bien la falta de ella en la piel de la parca tratando de demostrar su punto de vista.
- Cree lo que quieras - extendió su brazo para alcanzar uno de los cojines y comenzar a esponjarlo.
Aldrick comenzó a moverse lentamente hacia la puerta, sin embargo la curiosidad lo hizo permanecer en la estancia mientras deliberaba internamente si debía o no preguntar lo que en realidad quería.
- Lukyan – lo llamo desde la puerta con la mano ya posada en la perilla –
- Mmm – dijo colocando su cabeza sobre la almohada y a punto de cerrar sus ojos
- ¿Quién es Autumn? –
Aquel nombre saliendo de los labios de Aldrick le hizo abrir sus ojos soñolientos con premura, sus músculos de la mandíbula se tensaron ante la interrogante que para el marcaba un problema más con el que tendría que lidiar, pues ya era conocedor de la curiosidad y habito de inmiscuirse del muchacho.
- No sé de lo qué hablas – mintió tratando de encubrir su reacción de sorpresa con una expresión soñolienta en tanto Aldrick se abría paso en la habitación para volver a su lado.
- Claro que lo sabes – lo desmintió - no dejabas de balbucear su nombre mientras dormías -
Para aquel momento a la Parca le urgía tener una respuesta capaz de apaciguar el interrogatorio que posiblemente Aldrick ya estaba redactando en su cabeza, pero sin poder encontrar la respuesta solo siguió con su reacción cortante.
- Continua caminando Aldrick –
Aquel consejo habría sido más efectivo que cualquier amenaza para que dejara todo como estaba, para cualquiera, pero no era cualquiera quien estaba parado frente a él, no era otro que la persona más inmune o con menos sentido de supervivencia que la parca había conocido.
