Agotador.
O al menos así describiría su trabajo, ya que no era para nada fácil privilegiarse de paciencia al tener que pasar tantas horas en un maldito disfraz de Pororo.
Taekwoon ama a los niños, en serio, pero no es sencillo soportarlos cuando algunos te patean y se ríen de ti en tu cara.
Bueno, no en su cara, en la cara de Pororo, pero se entiende su punto ¿verdad?
— Quita esa cara de amargado. — Le exigió su compañero de trabajo y amigo, Sanghyuk.
A ese chico le encantaba molestarlo constantemente, pero aún así por alguna razón que nadie sabe, a Taekwoon le caía bien.
— Discúlpame por perturbar tu ambiente feliz. — El mayor suspiró aún con la cabeza del pequeño pingüino en sus manos.
Que hiciera tanto calor no ayudaba a que su humor mejorara.
— Me preocupo por ti, deja de fruncir tanto el ceño o terminarás quedándote con esa expresión para siempre. — Hyuk rió comenzándose a quitar su propio traje, el cual consistía en un simple conejo blanco.
Taekwoon lo imitó, y finalmente se deshizo del ridículo disfraz, ya que su turno del día había terminado.
Una vez termino de ponerse su ropa normal -unos jeans rotos y una camiseta con el logo de su grupo favorito- se despidió de Hyuk y se fue a esperar el autobús que lo llevaría a su casa.
Si tuviera que describirla, su vida era bastante monótona y rutinaria.
Estudiaba psicología y tenía dos trabajos, uno atendiendo una panadería que afortunadamente le quedaba cerca de su casa, y otro, disfrazarse de un personaje animado para entretener a niños en fiestas infantiles.
Si bien ese último no le agradaba mucho, le pagaban bastante bien, porque vamos, ¿donde conseguías a alguien que quisiera trabajar de eso?
Se había independizado de sus padres a la corta edad de dieciocho años, ya que consideraba que era bastante autosuficiente como para cuidarse el mismo.
Sabía cocinar bastante bien, y eso era suficiente para sobrevivir, ¿verdad? además, ya estaba harto de compartir habitación con su hermana menor.
Dejo sus pensamientos de lado en cuanto vio cerca el autobús.
~•~
Hongbin tenía mucho miedo.
Su dueño había decidido llevarlo a pasear a una feria llena de gente y a él al principio le pareció una buena idea, pero se asustó en cuanto Chanyeol lo soltó de la mano en un descuido, perdiéndolo entre la multitud.
En serio trato de encontrarlo, pero su sentido de la orientación era muy malo, ya que Chanyeol raras veces lo dejaba salir a explorar los alrededores, lo sobre protegía demasiado.
No sabe cómo, pero de alguna forma el pequeño chico-gato termino en un vecindario desconocido para él.
Ya estaba atardeciendo y algunas personas se detuvieron al verlo tan perdido e incluso le ofrecieron comida, pero Hongbin rechazaba todo debido a que estaba muy asustado y simplemente salía corriendo.
— ¿Qué debería hacer? Chanyeol de seguro se enfadará conmigo... — Murmuraba caminando sin rumbo alguno, moviendo su larga y suave cola color negro de un lado a otro. — al menos Baekhyun estará feliz de no verme más.
ESTÁS LEYENDO
Lost cat • Leobin
FanfictionHongbin es un pequeño gatito perdido que de alguna manera termina en la puerta de la casa de Taekwoon. Género: AU, Romance, Híbridos. [Esta Historia participó en el concurso "La cueva de los sueños: Fantasía escritas" de CaveCrew"]