Nota 28

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  Mi corazón quebrado por sí solo podía. 
  Pero nostalgia lo invadía y estancado se quedaba.

  "¡Oh!" pronunciaba "otra vez..."
  En profunda tristeza trató de avanzar.
  Pero deseos de volver lo estancaban al suelo. 
  Un destello de luz.

  De ningún lado, hacia ninguna parte.

  "¿Hacia dónde?" miraba intrigado el destello de luz.
  Se paró enfrente de donde creía que venía.
  La cálida luz acariciaba sus pómulos haciéndolo enrojecer. 
  Arreglaba su despeinado cabello sin resultado, pero relajante era la sensación.
  Iluminaba sus ojos, que pese a ser oscuros, los hacía brillar. 
  Separaba los labios para pronunciar un "wow" pero nada de allí salía. 

  Caminó.
  Tranquilamente.
  Hacia donde creía que venía el destello.
  No llegó a ningún lado.
  Porque de ninguna parte venía. 
  Pero de alguna razón...
  "Es cómodo" dijo.
  El destello emitió una agradable y chillona risa. 
  Cautivó los oídos de éste, y se animó:
  "¿Me permite su nombre?" preguntó.

  Sin respuesta.

  "¿Podemos charlar?" continuó insistiendo. 

  Nuevamente el mismo resultado. 

  Nuestro personaje sintió paz, echando de su interior la profunda tristeza en la que estaba sumido.

  "Gracias" dijo sin saber por qué, pero con sentimiento puro.

  El destello de luz se volvió cálido, como si intentara abrazarlo. 
  "Gracias" repitió, sintiendo la tranquilidad inundar su alma.
  Sintió su mano más caliente.
  Notó que se la estaba tomando. 

  Su tristeza más no estaba.

  Desapareció. 

  Éste cuenta no se dio. 
  Continuó caminando hacia la inexistente fuente de aquella luz.
  Sintiendo sus cálidos rayos acariciar su morena piel. 
  Poco a poco.
  Se entregaba.
  Feliz.

  Dispuesto.
  Eligió su camino.

Mi mente me obligaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora