⚘⸻ DRAGON BALL: La mejor amiga de Gohan - ✓ |Reeditando| ✓

✖Capitulo 38: Día de la cita✖

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Habían transcurrido semanas desde aquella fiesta, dónde, al fin, la tan esperada cita de Gohan y Naomi había sido acordada. Pero no todo era de color rosa para ésta última.
No cabía duda de que su incansable búsqueda le ocupaba la mayor parte del tiempo, ¿y lo peor? No habían rastros de Kyōfu por ninguna parte. Lo que creía que era aquella desconocida sustancia morada comenzaba a parecerle absurdo; después de todo, un alienígena de dos metros no podría pasar desapercibido. Y, a todo este problema, se le sumaba el hecho de que Gohan se había rehusado a decirle a Naomi que hablaron él y Videl en la fiesta. Ahora se estarán preguntando: ¿Tanto drama por eso? Pero no es sólo por la curiosidad y la promesa que jamás cumplió el joven, sino porque parecía estar afectado por ello. Y Naomi podía notarlo. Su facilidad para poder observar a través de una persona no se había oxidado con el pasar de los años.

En estos momentos, Naomi observaba de pie un mapa sobre su escritorio con detenimiento. Había indicado en él cada lugar que había revisado, en el que buscó y en él que hubieron varios avistamientos extraños; pero aún así, nada parecía ser suficiente para encontrarlo. Kyōfu había desaparecido por completo, aunque aún no tenía intenciones de darse por vencida.

—Naomi, ¿qué sucede aquí?— Preguntó una voz detrás de la pelinegra. Ésta, al oír tales palabras, dio un brinco y de inmediato volteó hacia la puerta, en donde Lya se encontraba de pie.

—Lya, me asustaste— Colocó una mano sobre su pecho, dejando salir todo el aire que había retenido ante la sorpresa.

—Naomi, sé lo que haces— Se adentró más a la habitación, cruzando sus brazos al llegar frente a la ojinegra —Y no está bien. Rastrear a Kyōfu te está afectando. Ya casi no estás en las tardes o incluso en las mañanas; sin mencionar tus noches de ausencia. Ocupas la mayor parte de tu tiempo allí afuera buscándolo.

—Lo sé, Lya, pero tú sabes porqué lo hago. No puedo rendirme ahora— Habló, observando de reojo aquel mapa por breves segundos antes de mirar nuevamente a su amiga.

—Sé que crees que debes encontrarlo antes de que tus amigos lo hagan primero, pero no es necesario que desperdicies tus días en esto. Tus intenciones son buenas, pero ¿qué hay de los demás? De aquellos a los que intentas proteger y a la vez ignoras— Levantó su mano —Y me estoy incluyendo en ello.

—Lo siento, Lya. Pero por ahora encontrar a ese maldito es una prioridad. Ustedes están antes que yo, ¿comprendes? Son la única familia que tengo y no estoy dispuesta a perderlos por su culpa— Señaló con su dedo índice aquel mapa que se extendía sobre la mesa, sin apartar sus ojos de la fémina frente a ella —Ni por la mía— Bajó su mano. Lya se sorprendió frente a lo dicho —Todo lo que he hecho es traer problemas desde que entré en sus vidas. El cristal, Daku, Kyōfu... ¡Todo fue mí culpa! Estoy cansada de que mí pasado me persiga y que los demás tengan que pagar por él. Es mi vida, son mis problemas y aún así ustedes siempre intentan resolverlos por mí, pero esta vez será diferente. Esta vez seré yo quien termine con esto de una vez por todas. Y seré yo quien se sacrifique por los demás, cómo debió haber sido siempre— Declaró con su ceño fruncido.
Sus ojos cristalinos denotaban cuán en serio lo decía y cuánto lo sentía. Realmente Naomi sentía que les debía todo a los que dieron sus vidas por ella y su pasado. A los que sacrificaron demasiado y aquellos que la recibieron con calidez en su llegada al planeta. Pero por sobretodo, a quienes la quieren y a los que considera su familia.

—Lo comprendo, ¿si? Crees deberles algo porque ellos lo dieron todo por ti— La pelinegra sólo se limitó a bajar su cabeza —Quizás sea así, pero no por eso debes arruinar tu vida. Por más que ahora tu seas quien se sacrifique, ¿quién asegura que en un futuro ellos no lo harán por ti otra vez? Ellos eligen hacer sacrificios por las personas que ellos quieran, ¿entiendes?... Y si no encuentras a Kyōfu, ¿qué? ¿Seguirás buscándolo por años hasta que ya no quede lugar por recorrer? No, claro que no. El momento de hallarlo llegará cuando deba hacerlo. Por ahora, solo concéntrate en la cita que tendrás con Gohan y en ayudarme a preparar el almuerzo. Que vivas en mí casa no significa que deba ser tu sirvienta— Sonrió divertida frente a lo último. Naomi elevó una de sus comisuras antes de levantar su cabeza, no sin antes haber repasado minuciosamente todo lo que había dicho Lya. En definitiva tenía razón.