30.

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Di varios golpes al clavo para sujetar bien la madera del escenario, faltaba poco para que termine mi día laboral y volver a casa para estar con Ana y mi hija.

El embarazo iba muy bien, y se venía en camino una pequeña. Pasaron varios meses y todo ha ido de diez, con Ana estábamos mejor que nunca.

- Cameron - dijo Karen detrás de mí - ¿mañana puedes venir un rato antes?

- Si, si ¿paso algo? - pregunté curioso dejando el martillo y mirándola.

- Nada de otro mundo, solo quieren hablar con vos - dijo Karen cruzándose de brazos - se viene una obra muy importante y te quieren en ella.

- ¿de verdad? - abrí grande los ojos y me acerqué más a ella.

Hace rato que no había una obra en el teatro, estas últimas semanas había poco trabajo y eso nos tenía preocupados a más de uno, en especial, a los que estamos esperando un hijo o los que tienen ya una familia armada.
Sentí un alivio al saber que podría tener una oportunidad de hacer lo que tanto me gusta como la actuación y además es dinero seguro.

Mi madre nos ayuda mandándonos dinero de donde sea que este ya que solo se dedica a viajar y conocer el mundo. Mi abuelo también me ayudó con dinero aunque no quise aceptar.

- ¿Cómo está Ana? - pregunto Karen.

- Muy bien - sonreí - ya esta en fecha así que en cualquier momento...

- ¡¡¡Cameron!!! - grito un compañero - llamada urgente en la oficina.

Cuando me quise dar cuenta estaba corriendo hacia la oficina, entre y tome el teléfono que estaba sobre el escritorio.

- Cameron tienes que venir ya - dijo Pablo del otro lado - Ana esta en trabajo de parto.

No voy a mentir que sentí un escalofrío por el cuerpo y mis piernas tardaron en responder, a lo lejos escuchaba la voz de Pablo gritando mi nombre, me había agarrado miedo.

- Cameron - la voz de Karen otra vez - ¿todo bien?

- Está por nacer mi hija - dije con naturalidad.

- ¿y que haces acá? - me saco el teléfono de la mano y me empujó hasta afuera.

- ¿puedes venir conmigo? Estoy tan nervioso que no puedo ni caminar.

Karen me tomo de la mano y me llevo a las apuradas hasta el auto que estaba estacionado en la vereda del frente. Ella tomó mis llaves y manejo hasta el hospital.

Pablo estaba en la puerta esperándome nervioso. Nunca lo había visto así, y eso que el ya había sido padre. Supongo porque era su hermana la que ahora estaba en una cama de hospital por traer al mundo una hija.

Corrí por el pasillo esquivando gente, hasta que me encontré con Angeles que hablaba por teléfono.

- Al fin llegas Cameron - apago el celular - ya tienes que entrar ahí.

- ¿Qué? ¿a donde? - la mire confuso.

Angeles me empujó y cuando entre me tope con una enfermera que enseguida me puso una bata y un barbijo.

- Felicidades papi - me dijo con total naturalidad - se viene en camino su hija así que iremos acompañar a la mami.

Ahí estaba Ana, gritando del dolor y sudando como nunca. Me acerqué despacio,todo era nuevo para mi, y para ella pero yo estaba que mis piernas no dejaban de temblar y mis manos estaban mojadas de sudor. Ana me tomo la mano con fuerza, me apretó tan fuerte que en un momento en mi cabeza pasaba el dolor que me causaba Ana, la miraba a ella, no podía mirar ni a los médicos ni enfermeros. Tenia mis ojos en sus ojos brillosos, estaba asustada, nerviosa y feliz al mismo tiempo.

Ella me miró a mi mientras seguía haciendo su parte, que no era nada fácil. Sonrió un poco y volvió a mirar a su doctor. Pase mi mano por su frente para secar el sudor y le deje un beso para que sepa que yo estaba ahí aunque no me salían las palabras.
Solo la miraba a ella hasta que escuche un llanto, mi cuerpo sintió un escalofrío, voltee a mirar y una enfermera se llevaba a mi hija. Quise ir detrás de ellas pero mis piernas no respondían, y no quería dejar a Ana sola que se había recostado e intentaba recuperar el aire.

A los minutos mi hija estaba en brazos de su mama, con dedo en la boca y sus ojitos cerrados.

A mi mente ha venido la pregunta que un día me había echo mi amigo Willy "¿has llorado alguna vez pero de felicidad?"

Levante la mirada, y descubrí que ese día había llorado por primera vez de felicidad. Intentaba no mostrarme así delante de Ana que tenia que estar bien después de un largo trabajo de parto.

Metí mi mano por debajo de la bata y busque en el bolsillo de mi pantalón el celular, mis manos aún temblaban pero pude tomar la primera imagen de Ana y Emma, mi hija.

El amigo de mi hermano [2da temporada] - Cameron Dallas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora