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—¡Ah...!

Jimin sintió sus piernas temblar. ¿Cómo había llegado a ese punto, a dejar que su compañero de departamento le estuviera succionando el miembro en ese preciso y exacto momento? Él no lo sabía, la naturaleza no lo sabía, y, probablemente, nadie lo sabría, pero, joder, se sentía bien.

Sus manos fueron al cabello del menor, enredándose entre las hebras castañas con facilidad, jalando al ritmo de las embestidas de su miembro a la boca de su compañero.

—¡N-No...!— su gemido salió quebrado, mientras apretaba los ojos, los puños y los músculos de su cuerpo, sintiendo el calor y la humedad de la boca del menor alrededor de su hombría, succionando con fiereza desde la base hasta la punta, entreteniéndose en ésta, jugando con los dientes— No...

—¿No?

El tono divertido del menor, aunado al hecho de que la boca de éste se había alejado de la hombría de Jimin, hizo que rechistara.

—¡Sigue!

Jimin ordenó, y fue feliz cuando el menor obedeció, volviendo a introducir la hombría del otro en su cavidad bucal, Jimin extendió el cuello hacia atrás, sintiendo sus piernas débiles, tan débiles, traicionándolo, debido a la fuerza con la que su energía era succionada —valga la redundancia— fuera de su cuerpo.

Sus ojos se cerraron con parsimonia, siendo lo último que vio el techo plagado de figuras de todos los colores, en su alucinación placentera. El vaivén y el sonido húmedo no hacían sino incitarlo a empujarse con más brío hacia adelante.

Sus rodillas temblaron, y sus gemidos rompieron el aire frío y quieto con su agudeza. No sabía cuánto más iba a poder resistir —de hecho, sí lo sabía, y no iba a poder resistir nada más.

¿Con que así se sentía el cielo? Joder, qué hermoso.

Jimin se derramó en la boca del menor, con un gemido gutural escapando de sus labios, junto con las fuerzas de todo su cuerpo, apoyado en la pared, con sus piernas amenazando a ya no sostenerlo ni un segundo más.

Taehyung lo miró, con una sonrisa inocente en el rostro.

— ¿Listo para una segunda ronda?

—N-No...

Jimin jadeó, negando con las pocas fuerzas que a él regresaban. No estaba bien, debía pararlo, pero su hombría, despierta y desesperada por más, parecía querer impulsivamente llevarle la contraria.

La mano de Taehyung fue entonces, caprichosa, al miembro del mayor, envolviéndolo, empezando a mover de arriba hacia abajo, tal y como empezara el anterior episodio. Los jadeos de la boca de Jimin no se hicieron esperar. Agudos, suplicantes, desesperados. Un gemido, dos, tres. Pronto, se deshace en un quejido agudo, cuando la mano del menor toca la entrada de su orificio trasero.

—Q-Qué... ¿Qué haces?

Jimin alcanzó a gemir, pero Taehyung no contestó, entretenido en llevar al mayor a otra galaxia, una donde el placer fuese la única sensación existente, y Jimin se dejó guiar por esas manos que parecían saber lo que hacían, así como esos pasos hacia el dormitorio, que lo halaron con una fuerza sobrenatural, a la que él no pudo —ni quiso— resistirse.

Se sentó sobre la cama, tembloroso, y los labios del menor atacaron su cuello, mordiendo suavemente, ensalivando su piel, y Jimin extiendió el cuello, y lanzó la cabeza hacia atrás, con ansias fervientes de sentir esa humedad en todo el cuerpo.

—Con que estamos impacientes...

La voz gruesa de Taehyung no hizo sino que infinitos escalofríos viajaran a la espina dorsal de Jimin, que gimió alto, fuerte y claro, y se dejó caer hacia atrás, con el menor encima, rozando su entrepierna con la del otro, por encima de las telas de la ropa de aquél.

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⏰ Last updated: Feb 01, 2018 ⏰

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Baby boy (fulfill my fantasies)Where stories live. Discover now