La Princesa Del Palacio De Aire

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Pienso que los Lunes son días odiosos. Comienza la semana,el instituto y la rutina comienza. Estaremos de acuerdo que el peor de todos es el Lunes en el que comienza el curso. Situate en ese Lunes.

Abril es una estudiante que va a comenzar su primer año en bachillerato. Se la puede considerar la típica nerd: Le gusta leer,saca buenas notas y no comparte los gustos con las chicas de su edad por lo que es tratada de diferente. Este año quiere cambiar. Quiere pasar de las humillaciones y aspirar a algo mejor.

Se despertó temprano,mucho antes de que amaneciese y por supuesto antes de que sonase el despertador. Casi no había podido pegar ojo en toda la noche y estaba muy nerviosa por lo que le esperaba. Bachillerato,un paso para la universidad. Se vistió con lo primero que encontró al meter la mano en el cajón y se dispuso a peinarse. Después de probar varios estilos para su cabello se decantó por llevar una coleta alta,lo único que le quedaba bien. Preparó su maleta y tomó un libro de la estantería que estuvo leyendo hasta que llegó su hora de marcharse. Se colocó su mp3 y comenzó a caminar sin notar el peso de sus pasos

Cuando iba aproximadamente por la mitad del camino un chico, de unos 17 años de edad, rubio y pálido se acercó a ella con paso decidido mientras miraba hacia el suelo. Ambos chocaron y,aunque Abril no notó nada,el chico cayó estrepitosamente al suelo. La chica se sobresaltó.

-¿Estás bien? - le ofreció su mano para ayudarle a levantarse.Este la rechazó amablemente con un gesto y se levantó por sus propios medios.

-Me encuentro perfectamente,gracias.

Abril no podía parar de mirarle: No era guapo pero era muy atractivo.

Se quedó un rato mirándole como hipnotizada cuando la voz melodiosa de este la interrumpió

-¿Cómo te llamas? - el chico esbozó una afable sonrisa.

- A..Abril - a la chica le temblaba el labio.

¿Porqué? - pensó - será el frío de la mañana - dijo esto más para convencerse a si misma que para otra cosa pues era una mañana muy cálida.

-Ah,un bonito nombre. Yo me llamo Siel.

Siel, un nombre electrizante y fuerte pero sugerente y misterioso a la vez. Ambos quedaron callados observandose de arriba a abajo. Un silencio incómodo que queda cuando no hay temas de conversación llenaba el aire

El chico miró un bonito reloj con correa de cuero situado en su muñeca y arrugó la frente.

-Debo irme,se me hará tarde - sonrió pícaramente - y a ti también.

Abril miró la hora en su móvil: ¡Menos cinco! ¡A correr!

Cuando levantó la vista el chico ya no estaba allí. Le quitó importancia pues pensó que se fue aprovechando que miraba la hora y salió corriendo en dirección a su Instituto.

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