Cuando las naves de la catedral ausentes de gente se encuentran, salen de las sombras los malditos y empiezan a afilar sus tridentes y cuchillos; acercan las velas al pie del Cristo y se dedican a golpearlo hasta que sangra de nuevo el ungido.
Baña de gloria el santo piso.
Autor: César Loza
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Cuando la iglesia está vacía
HorrorLos lugares ausentes de gente no siempre suelen estar vacíos, este pequeño cuento es testimonio de ello.