Chapitre onze

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Pov. Kenlin
Y aquí estamos de nuevo, me encuentro sentado en el suelo de la cueva esperando a mi esposo, al fin había ocurrido lo que él tanto esperaba, yo había quedado en cinta, según la partera del pueblo, tengo un mes y medio de embarazo; he de admitir que la noticia me tomó por sorpresa, ya que, pensé que aquella mujer me iba a decir que tenía que tomar un tratamiento para ayudarme a aumentar mis hormonas, por suerte no fue necesario, al fin podría evitar los insultos de mi pareja sobre lo inservible que es mi cuerpo y talvez me deje ir al pueblo a visitar a mis amigos y a..Noah, ese chico era mi mejor amigo y no tuve tiempo de despedirme.
Pasaron varias horas, hasta que al fin llegó mi esposo, se veía agotado por lo que me levante del suelo y corrí a abrazarlo.

-Amor, bienvenido.. Te extrañe bastante.. -Dije tratando de ocultar mi emoción mientras besaba con suavidad los labios de mi cónyuge -
-Caperucito..hoy te ves tan radiante -aunque él lo intente disimular, pude distinguir la inseguridad en su voz, talvez el ya se dio cuenta desde antes pero tiene sus dudas -
-Mi madre siempre decía que los embarazos hacen sacar la belleza de la persona -sonreí levemente, sin embargo mi sonrisa se amplió cuando observé como los hombros de mi esposo se hacían discretamente hacia atrás y su mandíbula se tensaba -
-eso significa que tu...¿estas embarazado? -Debo de mostrar sinceridad en este momento, mi pareja se ve adorable-
-Si Luke, ¿no estás feliz? -Pregunte con tristeza fingida, sabía que estaba procesando la información, aunque yo sabía que estaba feliz -
-No, no es eso, mi pequeño... Estoy muy feliz, yo te amo y estoy feliz de que tengamos un cachorrito... -jamás lo había visto tan nervioso, definitivamente es el hombre mas tierno que jamás había visto -

Narrador Omnisciente
Aquella jóven pareja se encontraba más que feliz con la noticia del bebé que venía en camino, por lo que el licantropo cargó de forma nupcial a su esposo y camino lentamente hacia su habitación.

-Ya era hora que quedaras en cinta caperucito, ahora más que nunca tienes prohibido salir de la cueva - mencionó el lobo con una sonrisa totalmente satisfecha -
-De eso quería hablar contigo, Luke, quiero ir más seguido al pueblo, sigo en contacto con mi madre por lo que me gustaría visitarla más seguí..-el jóven no pudo terminar de hablar, pues el licantropo le interrumpió.
-Dije que no vas a ir -dijo molesto mientras bajaba al chico deteniéndose para darle frente a la situación.
-Pero yo quiero ver a mi madre y tu no eres nadie para prohibirlo -grito con desicion el chico, sin embargo lo único que recibió fue una bofetada de su esposo que lo hizo balancearse y caer al suelo.
-Dije que no y no me hagas tener que golpearte de nuevo -sentenció con seguridad el lobo para después levantar del cabello a su esposo- Si me llego a enterar que te fuiste al pueblo y te encontraste con el herrero voy a matarlo y a ti, me asegurare de romperte cada uno de los huesos que tienes para que no puedas moverte - susurro con sorna en el oído del pobre muchacho que no dejaba de llorar- ¿Entendiste?.
-S-si... Entend-di -sollozo el jóven doncel mientras se levantaba y se abrazaba a su esposo- por favor no me vuelvas a pegar, juro que nunca volveré a contradecirte -susurro aún abrazado a su pareja, colgandose a sí mismo la soga al cuello.

Le Petit Chaperon rouge (Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora