Donde la luna es mayor que el sol, todo es diferente.
Pálida y misteriosa, la luna brilló con luz propia, sus primeros brillos de Blancura destellante.
El sol, por su parte, decidió nacer mas tarde lleno de Hermosura, y aunque con su propio fulgor, brillaba aún mas cuando se acercaba a la luna.
La luna, fiel amante del sol, iluminaba su rostro cuando su estrella Deseada, se le cruzaba.
Ambos complementándose, se volvieron inseparables, iluminando el infinito, cada vez que se reunían.
La luna giraba sobre el sol, mas que el sol sobre la luna.
Cierto dia, llegaron mas cambios.
Con el nacimiento de la tierra, todo cambió, y es que curiosamente la tierra nació con mas años que el sol, y con mas años que la luna.
Donde habían dos luceros gemelos, nació un astro sin resplandor, y aunque neonato, avejentado en experiencias.
La tierra, celosa al saber de la luna, quiso su propio sol, clamó Justicia.
Fue tal su insistencia, que salió Victoriosa.
Le nació sol con Gracia, Refrescante y Juvenil, que fue menor que la luna, y mayor que el primer sol.
La luna, al descubrir que la tierra tenia su sol, sintió curiosidad y sin dejar de girar sobre su sol, contemplo a la tierra de cerca.
La tierra por su parte, giraba sobre su sol.
Luna y Tierra girando sobre sus soles, se acercaron tanto, que los soles coincidieron.
Tierra y Luna se contemplaron entre los círculos de su baile, y decidieron que ambos bailarían círculos de amor, en torno al sol.
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