Entró a la sala de entrevistas donde le esperaba una mujer con una falda de tubo negra y una blusa blanca con algunos encajes que le daba un aspecto elegante. Él... él llevaba una camisa azul claro lisa con un pequeño bolsillo situado en la parte del pecho en el que estaba sujeto un botoncito negro de adorno.
-Bienvenido a la entrevista. ¿Cómo se llama? -preguntó la mujer mientras él observaba la sala de paredes blancas con cuadros de diferentes lugares del mundo, algunos desconocidos, otros típicos, y dos o tres de monumentos de la ciudad.
-Mi nombre es Ian, se preguntará porque quiero un trabajo aquí cuando realmente soy canadiense- dijo el chico directo al grano y seguro de sí mismo, pensaba que conseguiría fácilmente el trabajo aunque eso no se sabría hasta que le llamaran confirmándolo.
-Pues sí, ya que en esta empresa buscamos estabilidad, es decir, queremos contratar a personas que vayan a estar aquí en la ciudad el mayor tiempo posible- dijo la entrevistadora mientras cruzaba las piernas. Ella estaría pensando que Ian sería peor candidato que otra de las personas que, como él, habían estado sentados en la sala de espera, tantas personas diferentes, nerviosas, tranquilas, de diferentes edades, estudios, deseando lo mismo, recibir una llamada de un número desconocido que les diga que han sido aceptados en un trabajo que les guste o no pero que necesitan para dar de comer a sus familias o para conseguir un permiso para vivir en esa ciudad en el caso que vengan de fuera.
-Lo sé y lo entiendo, pero mi objetivo es quedarme en la ciudad todo el tiempo posible, como podrá ver en mi currículum tengo experiencia y me gradué en la universidad con honores- y, diciendo esto consiguió que la entrevistadora no tuviera en demasiada cuenta de dónde venía. Ian sabía bien ganarse a la gente, lo cual le venía genial para el trabajo por el que se entrevistaba, ser el encargado de relaciones públicas de una pequeña pero importante empresa.
- ¿Cuál es el motivo por el que quiere el trabajo? Ha de entender que hay diversas personas que, como usted, quieren el trabajo. ¿Qué hay de especial en usted para que lo contratemos en vez de a los demás? -preguntó la entrevistadora mientras Ian observaba y analizaba todo y cada uno de los detalles de la sala.
-Tengo una boca que alimentar, mis padres murieron en un accidente y, por lo tanto estoy al cargo de mi hermana pequeña de 14 años, si no consigo un trabajo pronto... Además, como anteriormente le dije saqué matrículas de honor en la universidad. -Tristemente lo que decía Ian era cierto, pero sólo necesitaba a dos personas en su vida, su mejor amigo, casi un hermano, Ethan y su hermana Luna.
-Creo que con esto ya tenemos suficiente. -Dijo la mujer levantándose y acompañándolo a la puerta, donde llamó a otra persona, probablemente, otro candidato al puesto.
Al salir de allí lo primero que hizo el moreno de ojos verdes fue llamar a su hermana pequeña Luna para decirle que irían a comer fuera porque estaba seguro de que el trabajo lo habría conseguido y si no fuera así al menos habrían pasado un buen rato juntos.
- Luna, ¿comemos fuera de casa hoy? -Preguntó mientras salía de edificio y paseaba hasta su coche donde vio a Ethan esperándolo.
-¡¡Siiiiiii!! ¿Dónde vamos? Deberías avisar a Ethan, estará a punto de terminar de trabajar. -Respondió una voz dulce e infantil por el teléfono.
-Él ya está aquí, quedamos en frente de casa, baja cuando te llame al teléfono. -Dijo Ian antes de cortar y dirigirse a su amigo con una sonrisa en el rostro.
-¿Y? -Preguntó Ethan. Ian cansado tras la entrevista no entendió lo que su amigo le preguntaba. Mientras entraban en su Audi negro Ethan le explicó la pregunta y él respondió con todo lujo de detalles la situación en la que había estado y como había salido del apuro de tener desventaja al no ser de este país.
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Sueños
RandomEthan e Ian, dos amigos aunque casi hermanos, van a un nuevo país para conseguir sus sueños. Esto no les será fácil, ¿te animas a seguir su historia?