Cap 4: Decisión hecha

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Narra escritora
Hacer daño a los demás es algo sencillo pero arrepentirse de lo sucedido es difícil y más cuando llega la probabilidad de que la víctima te perdone, dependiendo del nivel del daño causado porque si es mayor, ya es casi imposible de obtener el perdón.

Narra Yuki
Mis nervios aumentan cada vez más, el día límite de la decisión que tome se acerca, ya es 30 de Diciembre y Taiyo se ha puesto al margen de que nada falte para el año nuevo, no solo eso, sino en mí.

Taiyo se merece un regalo de Año Nuevo, no solo mi respuesta, que ya la tengo, a él le gusta los peluches y más si son de monos u osos, a mi trata como uno de ellos a la hora de dormir, pienso comprarle uno en caso de que salga de viaje solo y necesite algo que abrazar.

—Yuki ¿Ya está lista la cena?— otra vez con eso, Taiyo no tiene llenadera con la comida

—Ya casi— siento que me abraza por la cintura —¿Qué sucede?— volteo a verlo y noto que su cabeza está en mi cuello, apostaré que querrá morderme para hacer el chupetón

—Quiero marcarte— no fue lo que pensé

—Ya te dije que hasta Año Nuevo te diré mi respuesta, ya falta poco y lo sabes— se está poniendo muy insistente en marcarme desde que salí del hospital

—Lo sé, pero ya quiero hacerlo, no sé cuanto deba de aguantar— 

—Te digo que solo un poco más y no te atrevas a sacar a tu lado seductor, estoy en la cocina, si no quieres que me caiga aceite y tenga una cicatriz de por vida— le advierto, considerando que estoy asando carne

—Perdón— se aleja un poco —Pero cuando llegue mañana, no me contendré en la noche— da una macabra sonrisa, que mala suerte para mí, ya sacó su lado seductor

—Siempre y cuando seas gentil— urgentemente necesito hacer algo con esa parte de él

—No hay problema— se va sin decirme más, supongo que es para esperar la cena, a él le gusta comer carne en horas como estas, entiendo de que es extraño pero no se puede jugar a los gustos de otro.

Aunque no lo crea, yo también estoy esperando con impaciencia el 1 de Enero, más bien la medianoche de ese día, ya quiero decirle, lo tengo todo planeado como para haya interrupción o fallo, también si es que nuestro árbol de Navidad no se le funde un poco.

Terminé de hacer la cena, yo me hice un sándwich y a él le di la carne

—Gracias por la comida— dijo juntando su manos y se dispone a comer —Siempre haces la mejor comida— y sigue comiendo, me alegra eso, desarrollando el papel de la esposa

—Gracias— doy la primera mordida a mi sándwich

—¿Qué quieres hacer mañana?— eso no lo había pensado

—Estar en casa, no quiero salir— y más si vuelvo a encontrarme con Takeshi como aquella vez, me dan las ganas de hacerlo sufrir como me lo hizo él a mí después de dos años —Pero tendré que hacerlo, quiero comprar algo—

—¿Qué cosa?—

—Es un secreto, no quiero que lo veas, mañana saldré solo y no quiero que me espíes— se deprime como perro regañado —Volveré antes de la 1— sonríe con brillitos en los ojos

—¿De verdad?— asiento como respuesta

—De acuerdo, esperaré— seguimos comiendo.

Llega el siguiente día, último de año, así que hay que aprovechar, me despierto a las 10:26 de la mañana, buen tiempo para salir. Agarro una playera de mangas largas y short, por lo que dicen que el clina de hoy va a estar helado y no capturar un resfriado en este día y el siguiente.

El rechazo de mi alpha (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora