-¡Jefa!-Armin apareció por el callejón y se acercó a la azabache.-¿Qué pasa, rubiales?-Preguntó ella son una sonrisa que ocultaba sus preocupaciones.
-Ya he borrado su nombre de toda la red sin dejar rastro. Sasha y Connie me dieron la información que les mandaste buscar.-El rubio sacó unos documentos y ella le dedicó una sonrisa.
-Gracias, rubiales. Te tienes merecido tiempo libre y esto.-Dijo ella sacando un billete de quinientos como si fuera lo más normal del mundo. Armin lo cogió y se fue del callejón.
-Veamos esto...-Susurró la azabache sentándose en una parte de las escaleras de incendio.
Comenzó a leer la información de Levi.
Leyó que estuvo en prisión durante diez meses por homicidio involuntario,-sí, claro, Levi matando a alguien sin querer-su infancia la pasó en los barrios marginales de Sina, los solían llamar el subterráneo aunque no estuviesen bajo tierra, en estos barrios fue criado por su tío Kenny, ya que su madre había muerto. Cuando Kenny murió se pasó el resto de su infancia vagando por las calles y matando si hacía falta, claro está que la gente que mató de pequeño no forma parte de sus antecedentes tan solo por ser un menor. A los dieciocho años comenzó a traficar droga, como fue tan buscado por la policía de Sina se fue hasta María y borró parte de sus antecedentes. En María comenzó a ganarse respeto hasta formar su banda.
Petra era su actual pareja, tenían una relación rara.
Él maltrataba y engañaba a Petra, pero la quería. Lo vio aquel día, en sus ojos. El odio que reflejó sobre la azabache por haber matado a Petra se olía a kilómetros de distancia.Suspiró al terminar de leer todo esto.
-Me he cargado a la novia de Levi. Wow.-Dijo poniendo sus manos sobre sus ojos y agachando la cabeza.-No puedo más com esta presión.
Se levantó y avisó de que iría a desfogarse saltando de azotea en azotea y gritando, eso la relajaba.
Comenzó a saltar de azotea en azotea, gritando sus angustias a los cuatro vientos.
-¡Levi eres un jodido desgraciado por tenerme como enemiga!-Comenzó.-¡¡Vas a puto morir de la forma más dolorosa que conozca!!-Sonrió de manera sádica.
Mientras saltaba, vio un miembro de otra banda-no era de la banda de Levi.-saltó y se lo llevó hasta un callejón.
-Tú vendrás hoy conmigo.-Sacó una aguja y se la inyectó en el cuello. Robó un coche y secuestró al dueño de éste.
Comenzó a conducir hasta aquel callejón, sin darse cuenta corrió muchísimo por las azoteas.
Cogió a sus rehenes como si fueran sacos de patatas, no dio explicaciones a sus secuaces, se los llevó a la azotea y comenzó con la tortura.
--Parte sádica--
Comenzó con el dueño del coche. Esa persona no tenía culpa de nada, pero ella estaba furiosa y quería matar.
Eren le trajo sus herramientas de tortura y se fue de allí.
Primero que nada, ató a sus víctimas.
Primero, echó ácido sulfúrico en los ojos de aquel pobre hombre. Después comenzó a sacarle los dientes con alicates y seguidamente le cortó la lengua.
Comenzó a darle puñetazos a ese hombre, pensando que era Levi.
-Muere, muere, muere...-Susurraba ella con los ojos inyectados en sangre.
Comenzó a hacer cortes por los brazos del hombre, al principio no eran profundos. Hasta que se hartó de aquella víctima y le rajó las venas.
Ahora le tocaba al otro. A éste lo desnudó y le cortó su miembro. Con los alicates le arrancó las uñas. Comenzó a hacer un corte en la zona del corazón, pero sin cortar éste. Lo vio, palpitando. Ella tan solo lo arrancó y comenzó a reír como una jodida loca.
Y es que en realidad, lo estaba.
Lo que ella no sabía es que cierto azabache la observaba de cerca, sin inmutarse.
Él sabía que si se acercaba a ella, probablemente moriría.
Ella continuaba con el cuerpo inerte de aquel pandillero. Hizo una incisión en la parte de su estómago y comenzó a sacar todos los órganos hasta vaciar el cuerpo de aquel hombre.
Lo mismo hizo con el otro. Acabó tan exhausta que se durmió con esos dos cuerpos desangrandose al lado.
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El gris de tu mirada [SNK] {LevixReader} [CANCELADA]
FanfictionLevi es el líder de una banda callejera, ha matado a más de diez personas sin ser descubierto. Tan solo los más macarras podían entrar en aquella banda, y si entraba una mujer era para tirarsela. Sí, así era él. Hasta que apareció aquella muchacha. ...