26.- Lizeth: 2 Castiel: 0

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Pasaron dos semanas, donde nadie pudo localizar a Sucrette. Los ensayos de la banda siempre terminaban antes por que el rubio y Castiel caían en agresiones.

Nathaniel no sonreía, no quería hacer nada, solo iba a la escuela, ensayaba e intentaba encontrar a su chica, sin mucha suerte.

-Vamos Nath, tienes que salir.- Alexy habló, él y Kentin intentaban hacer el el rubio saliera a cenar con ellos y Armin.

-No. Gracias.

-Vamos, irá Lizeth.- Kentin suspiró.

-Dije que no. Ya Cené.

-No es cierto, no te he visto probar bocado en días.- Alexy se cruzó de brazos.- Por favor...

Nathaniel volcó los ojos y revisó su celular. Aun Sucrette lo tenía bloqueado.

-Está bien... Vamos.

-¡Si!- Alexy se encaminó a la puerta alegre.

Kentin le sonrió a su amigo.

-Gracias.

Nathaniel asintió y salieron. Caminaron hasta un bar y entraron.

-¿Un bar? ¿Que cenaremos?

El rubio abrió los ojos sorprendido al ver una fiesta sorpresa delante de él.

El letrero decía feliz cumpleaños Nath.

-¿Qué?- El rubio observó a su mejor amigo.

Armin se acercó sonriente.

-Es tu cumpleaños. ¿En serio lo olvidaste?- Armin abrazó a Nathaniel.- Se que estás mal... Pero intenta disfrutar la noche ¿si?

El rubio asintió sin muchas ganas.

-¡Rubito!- Lizeth se acercó al rubio y lo abrazó.- Felicidades.

-Gracias.- Nathaniel la abrazó.

Se separaron. Enseguida, sus amigos de la universidad llegaron a felicitarlo.

Después de las felicitaciones, el rubio pidió una cerveza y hablaba con Kentin en la barra.

Observaron como entraron al bar, Lysandro y Leo.

Enseguida caminaron a felicitarlo.

-Felicidades.- Leo lo abrazó.

-Gracias.

Lysandro le sonrió.

-Felicidades.

-Gracias Lysandro.- El albino suspiró.

-Me alegra verte más feliz.

Nathaniel alzó los hombros y sonrió sin ganas.

-Empiezo a entender... Que si Sucrette no quiere saber nada de mi... Al grado que deja de hablarle a Alex... Debo darle su espacio y esperar.- Suspiró.

-Lo siento, no quería desanimarte en tú día.

-No te preocupes. Hay cosas que se tienen que afrontar.- Nathaniel sonrió. Estaba cansado de llamar a Sucrette, mandarle mensajes, ir a su casa, a su facultad. Y que la chica no quisiera saber nada de él.

No entendía como la chica que decía amarlo, dudaba tanto de él y que hasta dudaba de sus amigos.

-Eso si.

-Nathaniel...- Kentin llamó su atención. El rubio volteó a donde veía el militar.

Castiel había entrado.

Juntos Contra Todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora