Pasaron dos semanas, donde nadie pudo localizar a Sucrette. Los ensayos de la banda siempre terminaban antes por que el rubio y Castiel caían en agresiones.
Nathaniel no sonreía, no quería hacer nada, solo iba a la escuela, ensayaba e intentaba encontrar a su chica, sin mucha suerte.
-Vamos Nath, tienes que salir.- Alexy habló, él y Kentin intentaban hacer el el rubio saliera a cenar con ellos y Armin.
-No. Gracias.
-Vamos, irá Lizeth.- Kentin suspiró.
-Dije que no. Ya Cené.
-No es cierto, no te he visto probar bocado en días.- Alexy se cruzó de brazos.- Por favor...
Nathaniel volcó los ojos y revisó su celular. Aun Sucrette lo tenía bloqueado.
-Está bien... Vamos.
-¡Si!- Alexy se encaminó a la puerta alegre.
Kentin le sonrió a su amigo.
-Gracias.
Nathaniel asintió y salieron. Caminaron hasta un bar y entraron.
-¿Un bar? ¿Que cenaremos?
El rubio abrió los ojos sorprendido al ver una fiesta sorpresa delante de él.
El letrero decía feliz cumpleaños Nath.
-¿Qué?- El rubio observó a su mejor amigo.
Armin se acercó sonriente.
-Es tu cumpleaños. ¿En serio lo olvidaste?- Armin abrazó a Nathaniel.- Se que estás mal... Pero intenta disfrutar la noche ¿si?
El rubio asintió sin muchas ganas.
-¡Rubito!- Lizeth se acercó al rubio y lo abrazó.- Felicidades.
-Gracias.- Nathaniel la abrazó.
Se separaron. Enseguida, sus amigos de la universidad llegaron a felicitarlo.
Después de las felicitaciones, el rubio pidió una cerveza y hablaba con Kentin en la barra.
Observaron como entraron al bar, Lysandro y Leo.
Enseguida caminaron a felicitarlo.
-Felicidades.- Leo lo abrazó.
-Gracias.
Lysandro le sonrió.
-Felicidades.
-Gracias Lysandro.- El albino suspiró.
-Me alegra verte más feliz.
Nathaniel alzó los hombros y sonrió sin ganas.
-Empiezo a entender... Que si Sucrette no quiere saber nada de mi... Al grado que deja de hablarle a Alex... Debo darle su espacio y esperar.- Suspiró.
-Lo siento, no quería desanimarte en tú día.
-No te preocupes. Hay cosas que se tienen que afrontar.- Nathaniel sonrió. Estaba cansado de llamar a Sucrette, mandarle mensajes, ir a su casa, a su facultad. Y que la chica no quisiera saber nada de él.
No entendía como la chica que decía amarlo, dudaba tanto de él y que hasta dudaba de sus amigos.
-Eso si.
-Nathaniel...- Kentin llamó su atención. El rubio volteó a donde veía el militar.
Castiel había entrado.
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Juntos Contra Todo.
FanfictionSegunda parte de "Mi Delegado" Nathaniel y Sucrette viven lejos de París, en la hermosa España, estudiando y trabajando con sus amigos y nuevos conocidos, pero, todo se complica, siempre es así...