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Monaka asoma la cabeza, entrecierra los ojos al observar como sigue en la misma posición, aprieta los labios al no saber qué hacer, baja la mirada hacia su mano derecha y arruga la nariz, signo de molestia, al ver la carta. No tiene ni la menor idea de la razón por la que ese asqueroso alfa le ha escrito con el fin de que se encuentren a las afueras de la ciudad Towa. Chasquea la lengua con fastidio, toma la decisión de irse y cuando gira sobre los talones se topa con el cuerpo de Kamukura, quien está que lo mira con seriedad.

—Que aburrido —dice sin dejar de intimidarla con el rojo.

—Tsk, qué quieres —pregunta de golpe—. No tengo todo el tiempo.

—Que aburrido —repite cerrando los ojos por dos segundos—. Tengo que pedirte un favor.

La pequeña niña suelta una gran risa, la cual transmite diversión pura, lleva las manos al estómago y algunas lágrimas se le forman en los ojos.

—Claro —el tono sale con sarcasmo—. Un favor —lo mira divertida y niega con la cabeza—. No sabía que tenías sentido del humor.

El azabache sigue con la misma expresión de seriedad y gira un poco el cuerpo hacia la izquierda cuando Monaka ha empezado a caminar, alejándose.

—Es sobre Komaeda —se detiene inmediatamente.

— ¿Qué le hiciste?

La pregunta sale con tono de amenaza, aprieta las manos en forma de puño y el verde está encendido con una ira intensa. No hay duda en su aroma, si el contrario responde el daño que le hizo a su servant, va a atacar; sin importarle sino tiene ninguna posibilidad de ganar.

Nadie lastima a su servant.

Es solo de ella.

—Que aburrido —mira las afueras de la ciudad—. Necesito que lo protejas por dos días.

El alfa hembra parpadea varias veces, sorprendida, deja de hacer presión en sus puños, inclina un poco la cabeza hacia un lado y frunce el ceño con extrañeza debido a que aquella petición no se la esperaba para nada.

— ¿De qué estás hablando?

Avanza unos cuantos pasos.

—Dejaré la ciudad por dos días, no más —no necesita darle alguna otra información—. Así que, necesito que lo protejas.

—Sabes que no hace falta que me pidas algo así —cruza los brazos—. Lo hubiera hecho de todas formas porque quiero a servant.

Kamukura gruñe en voz baja.

—Tanto tú como yo queremos protegerlo —comenta el alfa desprendiendo un aroma de intimación—. Pero, no dejaré que lo apartes de mi lado.

Bufa molesta y rueda los ojos.

—No será difícil —hay arrogancia en el tono—. Komaeda va a descubrir que solo lo estas usando y va a dejarte. No hace falta que intervenga.

Gruñe en voz alta y la niña de cabello verde da un brinco. Decide ignorar la amenaza porque no le preocupa.

Sabe que el omega no va a dejarlo.

Lo dijo.

No importa cuanto daño le haga, seguirá a su lado.

Además, Monaka desconoce el tema de que va a marcarlo cuando vuelva.

—Cuando se encuentre con Toko para que entregue a Komaru a cambio de Togami, haz que regrese a la guarida de los Guerreros de la Esperanza de inmediato.

Aunque el tono haya sido pausado y tranquilo, hay advertencia en cada palabra.

—No permitas que se quede tanto tiempo en el exterior.

Impredecible © (Kamukoma/Omegaverse) [Primera Temporada] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora