Tengo tus gafas

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Autor: Yo.

Tipo de Fic: Drabble.

Nombre: Richard Tozier y Eddie Kaspbrak: Nos Llaman Raritos.

Capítulo seis: Tengo tus gafas.

Eddie Kaspbrak ya no pudo conciliar el sueño. Cerraba sus ojos (4:00 h), sin poder dormir, mirándose las palmas de sus manos y dándose cuenta de un ligero raspón en la muñeca derecha.

—Espero que no se infecte —masculló, recordando que pudo habérselo hecho cuando cayó de aquel árbol; aunque, para ser sinceros, no le importaba mucho aquella herida, lo cual era muy extraño en Eddie.

¡Toc, toc! Sonó la ventana de su habitación, y Eddie se levantó a abrir.

—¡Brrr! —tiritó Richie Tozier al entrar, abrazándose a sí mismo—. Está helando fuera.

—¡Chist! —lo acalló su amigo—. Vas a despertar a mamá.

—¡Señora Kasp...!

—¡Cállate! —Eddie, rápidamente, le tapó la boca a Richie con su mano derecha—. ¿Qué haces aquí? —preguntó, y Richie le lamió la mano—. ¡Puaaaaj!

—Lo siento, Eds, pero no podía hablar.

—Que no me llames Eds.

—Ya.

Apenas Eddie iba a preguntarle de nuevo sobre su extraña visita, cuando Richie notó un ligero sabor a sangre en su boca mientras metía y sacaba la lengua. Sin pensarlo, tomó el brazo de su amigo y miró.

—Estás herido... ¿Por qué no parchas eso, Eds?

—Me acabo de dar cuenta —respondió en voz baja, ocultando su brazo, cabizbajo—. Toma —Le entregó sus gafas, sacándolas del cajón de su pequeño buró de noche—. Las recuperé cuando Bowers bajó a los Barrens. Bueno, están algo rotas.

Pero Richie no le prestó atención y siguió inquiriendo sobre aquel raspón:

—¿Toda la tarde y hasta ahora? —Volvió a tomar el brazo de su amigo, pero éste lo apartó de inmediato—. ¿De verdad?

—Hice quehaceres en mi casa... Estaba pensando que...

—¡Ja! Se te fundirá el cerebro si lo haces demasiado, ¿sabes?

Richie tomó la nariz de su amigo y la hizo sonar como bocina.

—Basta. Dije que la despertarás.

Sin pensarlo, Eddie tomó su almohada y golpeó a Richie en la sien izquierda, jugando, y el agredido imitador de voces sabía muy bien que aquello sólo podía significar una sola cosa: ¡pelea de almohadas hipoalergénicas!

Ambos niños, con una almohada cada uno, se perseguían por toda la habitación, saltando aquí y allá para aporrearse.

—¡Cinco puntos! —exclamó Richie al darle en el culo.

—¡Auch!

—¿Eddie? —preguntó la regordeta señora Kaspbrak, desde la otra habitación—. ¿Te duele algo? ¿Te duelen tus pequeños pulmones? ¿No puedes respirar?

Sin embargo, ninguno de los dos niños escucharon, pues Richie tenía sometido a Eddie contra el suelo, sentado arriba de él mientras lo aporreaba varias veces en la nuca y contaba: «¡Diez, veinte, treinta, cuarenta...!».

En aquel momento, la señora Kaspbrak se levantó de su cama y, a paso veloz, se encaminó hacia el cuarto de Eddie, abriendo de golpe la puerta de la habitación y sorprendiéndose con lo que había ahí dentro.

#GraciasPorLeer ATTE: SYNKRO DESOLATE HIATUS

NOS LLAMAN RARITOS (richard tozier x eddie kaspbrak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora