¡Bienvenidos a un nuevo capítulo! Ya estamos saliendo de la etapa introductoria, ¡un montón de cosas empezarán a pasar a partir de ahora!
¡Disfrútenlo!La brillosa lata de aluminio se abrió con un chasquido. El cocinero sonrió, y se la brindó a su misterioso acompañante.
-Oh, gracias.
Metió la mano en una bolsa, y sacó otra bebida exactamente igual y la abrió. Tomó el primer sorbo, y respiró hondo sintiendo en su boca la frescura del refresco de cola. Los humanos son malos no, lo siguiente -decía una frase muy popular de sus tiempos-pero inventan unas cosas chulísimas.
-Pero tío, mira que ha sido épico eso de "No tengo la más mínima idea" delante de todos. Creo que le has caído bien a la Princesa, normalmente te hubiera echado a patadas.
-No es tanta la diferencia. Al final me ha puesto a limpiar la nieve del patio como pago por la comida. Y no se me da muy bien la nieve.
Joshua se sentía mucho mejor desde que comió y se vistió con algo a prueba de frío. Siendo su acompañante de elemento fuego, la nieve se derretía a uno o dos pasos del banquillo donde estaban sentados, como resultado del calor que producía su cuerpo de forma pasiva. Su nuevo trabajo no le hacía mucha gracia, ya que por lógica, todas las criaturas aladas odian la nieve. Ángeles oscuros incluidos.
-Por cierto, Joshua... ¿Qué tipo de magia usas tú? He intentado adivinarlo, pero no me decido entre luz y sombra.
- ¿Magia?-el cocinero asintió-Cierto, supongo que yo también debería ser capaz de usarla...
Joshua agarró la bebida medio vacía con su otra mano, y sintió el frío remanente que la lata había transmitido a su palma. Alejó su mano ligeramente de sí mismo, mientras que su compadre observaba curioso.
Existían determinadas estructuras en el cuerpo de los habitantes de Exadia, parecidas a músculos y localizadas en todas las partes del cuerpo, que podían contraerse o relajarse al igual que sus semejantes en la anatomía humana. Al activarse junto a los músculos, generalmente de los dedos y los brazos, y en respuesta a cierto comando mental manifestado con una importante concentración, podían producir cambios de todo tipo en la realidad.
La energía utilizada para esto se llamaba Zeón, y la acción de utilizarla se llamaba Arte de Zeón, o más comúnmente, Magia. El Zeón de cada habitante en Exadia era distinto, como las huellas digitales, pero en general estaban divididos en diez tipos, representados por elementos. Incluso, para cada elemento existían "hechizos", técnicas para manifestar la magia que podían ser aprendidas y reproducidas al memorizar ciertos rezos y movimientos. Sin embargo, muy pocos hechizos tenían nombres, y la mayoría de los que sí, estaban diseñados para el combate a grandes escalas.
Un pensamiento vacío recorrió su mente, algo parecido a "haz algo". En respuesta, sintió algo en su interior encenderse, y una sensación de superioridad y omnipotencia comenzó a envolverle, mientras enormes cantidades de energía ardiente corrían por sus venas. Sin embargo, logró ignorar el choque emocional, y juntó sus fuerzas en la palma de su mano derecha.
- ¿Pero qué...?
Una luz extremadamente intensa fue emitida, y tras el fogonazo, una pequeña esfera efervescente, chispeante de electricidad y calor, apareció flotando unos centímetros sobre su mano.
-Esto es... ¿El núcleo de un planeta?
-Tío, eso es... ¡Tan genial! ¿No puedes sentir el Zeón en el aire? Solo asegúrate de no detonar esa cosa aquí.
Joshua se puso de pie tranquilamente, y apuntó su mano derecha a una nube redonda en el cielo. La esfera siguió la trayectoria a una velocidad supersónica, y respondió al chasquido de los dedos de su creador, estallando con la potencia suficiente para aniquilar una ciudad o dos.
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Shooting Star Chronicles
Fantasy¿Te ha llamado la atención esta historia? ¡Tienes buen gusto! Prepárate para una emocionante novela sobre el conflicto entre los mundos de fantasía y ciencia ficción, cuyos habitantes harán todo lo posible para aniquilarse unos a otros. Únete a la a...