The Comfort Zone - BaekLay

Capítulo 5

Baekhyun ya ha pasado por esto antes. Ya debería ser algo normal para él, sin embargo, todavía es difícil soportarlo. Ve personas morir todo el tiempo y a cada momento. Pero cuando se trata de su propia gente, esa que tanto se ha esmerado en proteger, simplemente no puede tolerarlo. Ya dio la noticia. Lagrimas corren por el rostro de las familias. Dando una última disculpa y una gran inclinación, sale de la habitación con la culpa instalándose tercamente en su pecho. El sonido de sollozos lo acompaña mientras camina por el pasillo. Si tan solo hubieran llegado más temprano, quizás su gente todavía seguiría viva y no habría lágrimas que derramar. Aunque no puede cambiar lo sucedido, lo sabe muy bien. Así funciona el mundo ahora. Levantando la mirada, encuentra a Sehun esperándolo en una esquina, llega hasta el hombre y este pone una mano en su hombro, dándole un fuerte apretón.

—Baekhyun, sabes que no es tu culpa. —dice, como si hubiera leído sus pensamientos—. De nadie, en realidad. No sabíamos que esto iba a pasar, no pudimos evitarlo.

—Esto no es lo que prometimos en un principio, Sehun. Ni siquiera tenía porque carajo pasar. —responde, apartando su mano de un golpe. Odia la sensación de impotencia. No hay nada que pueda hacer.

—Pero sucedió. Y vas a tener que aceptarlo. —aclara, teniendo toda la razón.

—¿Ya despertó?—pregunta, ignorando su comentario. El pelinegro sabe que tiene que aceptarlo, pero Sehun está hablando con una persona terca que siempre ha decidido llevar la culpa sobre sus hombros.

—No, todavía no. —Baekhyun asiente y comienza a caminar de nuevo. Sin embargo, la voz de Sehun lo detiene.

—No lo molestes, Baekhyun. Deja que por lo menos despierte.

Sintiendo la ira repentinamente corriendo por sus venas se da media vuelta, encarándolo.

—¿Estas defendiéndolo? Estaba afuera de su habitación Sehun, obviamente estaba tratando de escapar.

—Bueno, ¿qué esperabas? El chico sabe que fue secuestrado, es por eso que no dudo ni un momento cuando dejaron su puerta abierta por accidente. No estoy defendiéndolo Baekhyun, pero lo más seguro es que siga pensando que nosotros somos los malos.

—Como sea. —dice, soltando un bufido. Gira sobre sus talones y retoma su camino.

—Ellos juzgaron nuestra propia vida sin pensarlo, lo sabes. No seas así. Ese chico por lo menos necesita descansar, ya sobrepasaste sus límites.

Los pasos de Sehun le indican que ya se ha marchado, por lo que se detiene, revuelve su pelo y suelta un grito, totalmente frustrado. Se ha estado desquitando con él. Lo acepta. Yixing le recordaba al sistema. Y a final de cuentas, El Dorado le había quitado todo.

Realmente no se imaginó que aquello los recibiría cuando volvieron de su investigación. El castaño no le mintió. Tal y como hubo señalado en el mapa, los colegios se encontraban ahí. Aunque parecía que la seguridad había aumentado un poco, no era nada que Jongin y Sehun no pudieran manejar. Así que con la buena noticia, regresaban al centro y Baekhyun no podía evitar sentirse contento. Por primera vez después de muchos intentos, estaban lográndolo. Con un nuevo plan en sus manos, derrocarían al sistema.

Sin embargo, justo a unos metros de volver, el radio de Baekhyun recibió una alerta y por más que lo intento, no pudo llegar a tiempo. Y como si fuera poco, el control que controlaba el aparato que puso a Yixing en su nuca también comenzó a sonar, indicándole que se estaba moviendo. Por ello, cuando puso un pie en el suelo y lo diviso a lo lejos, no dudo ni un segundo en presionar el control. Cuando llego hasta el chico, este ya había caído inconsciente. Con el sonido de los disparos todavía resonando en sus oídos, dio la vuelta en la esquina y por un segundo, perdió la cabeza. Levanto su arma y sin que nadie pudiera tratar de detenerlo, presiono el gatillo y tres cuerpos más cayeron al suelo. Ordeno a sus hombres que limpiaran el desastre y decidió que él daría la noticia a las familias. Ignoro la mirada de reproche en el rostro de Sehun y levanto el cuerpo de Yixing en sus brazos. Lo llevo a la misma habitación donde hablaron por la mañana, se aseguró de esposar sus manos y salió de ahí.