—Tiene que ser una broma —murmuro, leyendo nuevamente la carta.
—¿De qué hablas? —pregunta Lily.
—Papá está a punto de perderlo todo. Todo —exclamo, con la bilis subiendo por mi garganta.
Lily toma la carta de mis manos y la lee.
—No puede ser. ¿Hipotecó el rancho?
—Eso parece.
—Mierda. ¿Qué piensas hacer?
—Me voy a Houston, tal vez pueda hablar con los del banco y pedirles un plazo.
—¿Y crees que los del banco tomaran en serio las palabras de una chica de diecisiete años?
—Tendrán que hacerlo. No puedo perder el rancho, no puedo dejar que nos lo quiten, es lo único que tengo de mi madre.
—Scarlett no era tu madre.
—Por supuesto que lo era. Ella me dio el amor que mi verdadera madre me negó.
—De acuerdo, lo siento.
—Voy a llamar al aeropuerto, compraré el boleto.
—Compraremos, porque yo iré contigo.
Para cuando Lily y yo abordamos el avión, una corriente eléctrica recorre toda mi espalda, los nervios comienzan a aparecer al igual que los recuerdos. Hace más de dos años que no pongo un pie en Texas.
La señal del cinturón de seguridad se prendió y una voz educada nos pidió que pusiéramos nuestros asientos en posición derecha, ya que aterrizaríamos en unos minutos. No pude evitar que los recuerdos me envolvieran de nuevo y que se sintiera como un puñal atravesando mi corazón.
Tan pronto como los neumáticos del avión tocaron el pavimento, dejé salir el aire que había estado conteniendo. Estaba de vuelta en mi hogar.
—He visualizado a nuestro taxi —informó Lily, arrastrando su maleta.
Corrimos hacia el taxi, el único que había libre en la fila.
—¿Hacia dónde? —preguntó el hombre.
Le di la dirección del rancho y salimos del aeropuerto.
Pasar todas las calles de Houston trajo recuerdos dolorosos a mi memoria, sobre todo porque fueron las calles que recorrí con Scarlett, la esposa de mi padre y la mujer que se convirtió en una verdadera madre para mí. Ella me enseñó muchas cosas; incluyendo la fuerza y valentía.
—¿En qué piensas? —la voz de Lily me trajo al presente.
—En nada.
—Ember, te conozco lo suficiente para saber que algo te pasa.
Solté un suspiro, derrotada. —No sé qué es lo que voy a hacer si le quitan el rancho a papá.
—Bueno, estoy segura que eso no va a suceder.
—¿Y si es demasiado tarde?
—Tu papá se lo buscó.
—No entiendo cómo pudo hipotecar el rancho, la cuadra genera suficiente dinero para tener una vida moderada y algún que otro lujo.
—Habías dicho que algunos ejemplares estaban enfermos, a lo mejor eso hizo que las ventas bajaran.
—Tal vez —murmuro, recordando la llamada de Frank, el capataz del rancho.
Visualicé la reja de entrada y el enorme letrero donde se encontraba puesto el nombre del rancho. Había olvidado como lucía la casa.
El taxi estacionó frente a la puerta de entrada y nos ayudó a bajar las maletas.
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Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|
Chick-Lit"No estás disponible. Yo soy insaciable". Complicada. Tierna. Amorosa. Tímida. Así es Ember Bradshaw. Una chica de diecisiete años, estudiante de médico veterinario. Perfeccionista. Honesto. Fuerte. Extremadamente atractivo. Son las palabras que def...