Aquí y Allá.

Ranma ½ no me pertenece.

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Pero si lo fuese muchos personajes secundarios serían retomados.

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Fantasy Fiction Estudios presenta una historia surgida por el reto fan-art

Por: Aoi Fhrey:

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Aquí y Allá

Cálido.

Esa fue la primera sensación de Akane al despertar esa mañana, pero no solo era por la tibieza de las mantas que la cubrían en su habitación. Era una sensación más familiar y al mismo tiempo reconfortante, más similar a la de una bebida cálida en casa tras estar bajo la lluvia en la calle o la comodidad de cambiar tus zapatos de calle por las mullidas y cálidas pantuflas de conejito que sólo usas en casa.

Sí, ese tipo de calor familiar.

Una rápida mirada hacia la ventana le confirmó a la menor de los Tendo que era tiempo de levantarse para su carrera matutina. En la planta baja se escuchaban los ocasionales y rutinarios sonidos de su hermana mayor en la cocina, pero fuera de ello la casa aún estaba en silencio. Con un impulso rápido Akane se puso en pie para iniciar su rutina.

Casi para salir a su carrera Akane notó de pasada la figura de su hermana en la cocina, por un momento la joven creyó ver un poco más alta a su hermana pero no le dio importancia.

-Regreso en un rato.

La respuesta le llegó amortiguada por su salida.

-Ten cuidado.

Un par de ojos marrones observan con alegría desde la entrada principal a la joven mientras inicia sus ejercicios.

Akane dejaba vagar su mente durante su carrera, una parte para sus actividades del club de la escuela, otra parte para su examen de matemáticas del tercer periodo y una más para tratar de llegar a tiempo a clases, esta última era la más difícil por culpa de su baka.

Ranma.

Pensar en su prometido le trajo un pequeño dolor en el pecho que no supo explicar, este era su momento del día para pensar libremente en su prometido. Era cuando podía fantasear sin negaciones sobre el chico de la trenza ya fuera sobre sus ojos color tormenta su figura ágil y maculosa o sobre cuál rasgo heredarían sus hijos con él. Era su momento libre de amazonas, chefs, o rosas negras. Pero ese día esa pequeña molestia en su pecho no la dejó vagar en sus fantasías con su prometido. Culpando al frío la menor de las Tendo dejó vagar su mente de nuevo hacía asuntos más mundanos.

El sol alejaba el frío matinal y con ello Akane pudo notar un detalle curioso en su recorrido. Las calles estaban mucho más limpias que de costumbre y todas las casas parecían... ¿Nuevas? ¿Lavadas? ¿Recién pintadas? No, no solo eran las casas, todas las cosas a su alrededor parecían más claras, limpias y brillantes. Como si se vieran por un vidrio impecable. Una miradita a su ropa deportiva le reveló a la joven de cabello corto que las prendas se veían brillantes y se sentían como si fuesen nuevas.

«La marca de jabón que usa Kasumi debe ser un sueño si deja estos viejos trapos viéndose así» Pensó Akane mientras aceleraba un poco su carrera.