Te Necesito Bernasconi - Aguslina

9. Eligiendo vestidos.

Capítulo 9

Maratón 1/3

Y es la persona con la que menos quiero hablar; Belén.
Traté ignorar la llamada pero era inevitable no hacerlo. ¿Qué tal si Agustín le contó? Lo mataría si fuera así.

Así que contestó la llamada y ruego para que no sea nada malo.

- ¿Hola? ¿Carolina? - dice Belén algo angustiada.

- Ah... Hola.... ¿Qué pasa? - digo con voz nerviosa y agitada.

- Necesito que vengas conmigo, ¡Urgente!

- Aahh ¿Para qué?

- ¡Ahg! Ya casi se hacerca la boda y sabes que no me gusta hacer las cosas a último momento, haci que vas a venir conmigo a elegir tu vestido.

- ¡Ahg está bien! - «No me quedaba de otra»

Me dijó la dirección del lugar y Colgué la llamada. Me tumbé en el sofá algo frustrada. ¿Por qué tiene que casarse con ella? Si es la persona más irritante del mundo.

[....]

Estaba corriendo hacía el lugar dónde estaba Belén, ya que como siempre llegó tarde a los lugares "importantes"

Estaba en el lugar y todo era extremadamente lujoso. ¿Qué hago yo aquí?

Estaba recorrido el lugar hasta que escucho un grito agudo, desde ése momento supe que era mi hermanita.

- ¡No me gusta! ¡Me queda espantoso! -Hizo un puchero como niña chiquita.

Lista para empezar la pesadilla.

- ¡Carolina! ¿Ya llegaste? - dijó gritando, creo que fué mala idea venir.

- No. Soy una holograma.

- ¡Esté lo es el lugar para tus jueguitos Carolina! La señorita te va a llevar a escojer tu vestido.

Dijó señalado a una joven muy linda de cabello rubio y ojos cafés.

- Acompañeme por aquí, señorita Kopelioff. Mi nombre es Chiara Parravicini.

Caminamos hacía una habitación decorada con cosas lujosas y llena de vestidos lujosos.

- Por aquí, señorita Kopelioff. - dijo amablemente.

- Pudes decirme Carolina.

- Porsupuesto. En está habitación hay demaciados vestidos, como puedes ver. Te dejaré un momento aquí para lo elijas. Permiso.

Habían demaciados vestidos como para elegir solo uno. Pero no eran mucho mi estilo, son demasiado lujosos y costosos.

Agarré un vestido color azul, con detalles de mariposa, algo ondulado.
También agarré un vestido color negro con dorado, era demasiado lindo pero no era adecuando para alguien como Yo. Era demasiado sensual y sexy.

Fuí haci los probadores y me probé primero el vestido azul. Era hermoso.
Después me probé el vestido negro con dorado.
Salí de los probadores y me mire al espejo, no me quedaba tan mal.

Fuí hacía los vestidores para quitarme el vestido, pero un ruido se escuchó, alguien había abierto la puerta, de seguro fué Chiara.

- ¿Hola? ¿Chiara? - nadie contesto, ésto ya me está dondo miedo.
Me puse el vestido de vuelta y salí del vestidor, no había nadie.
Cuando me dí la vuelta lo ví allí parando viéndome. ¿Él que hacé aquí?

- ¿sé pude saber qué haces aquí? - Le dije ¿Enojada? ¿Nerviosa?

- viendo lo Hermosa que te ves con ése vestido. - me sonrió pícaramente y caminó hacia mí con pasos lentos mientras yo iba hacia atrás.

- Tienes que salir de aquí, si Belén te ve aquí....

No me dejó terminar, sus labios estaban estampados con los míos.
Sus labios eran una adición. Le respondí el beso y cada ves subía de tono ese beso. Me agarró de la cintura y me hacerco más hacia él lo único que hice fue agarrarlo de el cuello y acercarlo más a mí. Lo necesitaba. Nos besamos con desesperación, nos necesitábamos, o más bien yo lo necesitaba.

Su lengua tenía una batalla con la mía, Lo deseaba más que en éste mundo.

Caminamos hacia el sofá que había en la habitación y me acostó allí, mientras nos seguimos besándo desesperadamente.

- Agus... - Dije con voz agitada

No contesto y siguió besándome.
Fué bajando en cierre del vestido, mientras que yo le desabrochaba los botones de su camisa.

- Me encantas - sus besos fueron bajando a mi cuello. ¡Dios! Se sentía demasiado bien cómo parar ahora.

- Agus... Aquí no... - Sus besos seguian en mi cuello dejando mordidas y chupetones.

Me agarro mi cintura y me apretó hacia él.

- ¿Lo sientes? - gemi, como diciendo que sí- Es así como me tienes. Solo tú me pones de está manera Carolina.

Me Mordi el labio y lo besé.

Narra Agustín Bernasconi.

Por alguna extraña razón está chica me hace sentir diferente. Me hace reír con sus tonterías y me excita. Pero no es solo eso, ella es diferente.
Qué me encanta cuando la beso, cuando la miró y se sonroja, me encantan sus labios, sus ojos, su cuerpo, sus lunares. Eso es lo que me encanta de ella.

En cambio con Belén nunca es así, sí es linda, divertida, inteligente, estresante, dramática, Pero no me la pasó tan bien con ella como lo hago con Carolina.

Desafortunadamente en un par de meses me caso con alguien que realmente no sé si la amo. Si la amara no le haría ésto. No estaría besándome con la mujer más hermosa del mundo.

- Agustín... Bebemos parar. - Su aliento pegaba con el mío, estaba demasiado agitada.

- ¿Eso quieres? - le susurré en su oído.

- Realmente no, pero nos pueden oír y ver. - pone una sonrisa un tanto nerviosa.

- Bien, En la noche acabaremos con ésto. - Me baje del sofá y me puse mi camisa.

- ¿Qué hacías aquí? - Me dice poniéndose en vestido de vuelta.

- Vine, por mí traje, ya está listo para la boda. - Hize una sonrisa forzada.

- ¿Realmente te quieres casar por ella? - Se acerca a mí y me mira a los ojos.

Ni yo lo sé, tal vez no, tal vez ella no es la persona indicada para compartir el resto de mi vida con ella.