Un gato contra Ralph el demoledor (completa)

Disculpen, buenas noches, me llamo Lydia Deetz

Descargo de responsabilidad: Este es un fanfic sin ánimo de lucro y que no busca vulnerar los derechos de quienes sean tengan la propiedad de las franquicias de "Wreck it Ralph" y "Beetlejuice"

UN GATO CONTRA EL NUEVO TURBO

Capítulo 1: Disculpen, buenas noches, me llamo Lydia Deetz

Los transeúntes apresuraban su marcha debido a la lluvia que empezaba a caer con fuerza. Solo dos jóvenes figuras permanecían con calma mientras las demás buscaban refugio.

―Tal vez deberíamos buscar refugio, Lydia ―decía un joven que vestía un conjunto casual en el que predominaba el negro, pero no tanto como las vestiduras de su amiga, las cuales eran oscuras y de estética gótica.

―A mí me gusta la lluvia, Percy, pero tienes razón, las sombrillas japonesas que llevamos son para el sol, no para la lluvia, no deseo que se estropeen con este aguacero.

Los dos muchachos repararon que a unos cuantos pasos de ellos se encontraba un arcade y decidieron entrar.

―Creo que podríamos jugar algo mientras tanto ―sugirió Percy y los dos muchachos se adentraron en el arcade.

Lydia observaba como Percy jugaba muy animado el pac-man.

«Me pregunto si habrán juegos de terror», pensaba Lydia.

―Ya me mataron, ¿que tal si vamos a ese juego del fondo?, parece ser de zombis ―dijo Percy, y él, junto con Lydia, fueron a jugar el House of death.

Los dos chicos la pasaron en grande pero no pudieron llegar hasta el final del juego.

―Me encanta este juego, la ambientación, los zombis y la mansión, todo está muy bien diseñado ―dijo Lydia.

―El zombi arroja hachas era el que más me quitaba vidas ―se lamentaba Percy.

―En ese juego de allá hay mucha gente aglomerada ―señaló Lydia.

―Debe ser un juego nuevo ―supuso el muchacho.

―No me parece... La consola del juego parece ser antigua ―opinaba la joven estirando el cuello para ver mejor―. ¿Qué hacemos? Ya dejó de llover.

―Ya me entró la curiosidad, ¡vamos a ver de qué juego se trata!

Los dos jóvenes se acercaron a la multitud frente a la máquina, vieron para su asombro que había varias monedas debajo de la pantalla, lo que remarcaba lo popular que era el juego.

―Repáralo Félix Junior ―murmuraba para sí misma, Lydia.

―Eh..., este es un juego viejo ―se sorprendió Percy.

―Disculpa, ¿por qué este juego es tan popular? ¿Acaso lo trajeron recién al arcade? ―le preguntó Lydia a uno de los chicos que observaban el juego.

―Nada de eso, por lo que sé, este juego está en el arcade desde hace treinta años, pero solo hace unas cuantas semanas alguien descubrió que había un nivel oculto que está súper ―le respondió el muchacho que esperaba ansioso su turno para jugar.

Lydia y Percy se acercaron más y vieron el desarrollo del juego.

―Que divertido ―reía feliz Percy al ver como las figuras del juego se movían junto a otras que al parecer tenían un diseño diferente.

«¿Cómo es esto posible?, ¿Q*Bert?», pensó sorprendida Lydia, sin embargo, su sorpresa fue mayor al ver como al final del juego, el malo se veía feliz de que los residentes del edificio fueran a arrojarlo al vacío, y lo más extraño, que este malo parecía mirar no a la pantalla, sino más allá de esta.