Aparecen nuevos juegos

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  • Dedicado a Winona Laura Horowitz
                                    


Capítulo 7: Aparecen nuevos juegos


Aprovechando que el arcade estaba cerrado, Lydia y Percy, decidieron salir al mundo real por la noche para poner en orden varios asuntos que tenían pendientes.

―Es increíble que dentro del juego la recepción del teléfono celular sea óptima ―decía Lydia, impresionada al ver el excelente desempeño de su humilde teléfono celular, el cual tenía la forma exacta de un violín.

―Lydia ¿por qué no te compras uno de esos celulares modernos, que tienen enormes pantallas, funcionan al tacto y tienen miles de aplicaciones? ―quiso saber Percy.

―No quiero tener una minicomputadora como celular, no quisiera ser una esclava de la tecnología, yo uso el celular para lo que fue creado, es decir, llamadas de emergencia. Además, sólo míralo, es tan bonito, y pensar que nadie lo compraba por ser obsoleto..., te imaginas la pena y el dolor que debió sentir cada día al ver cómo la gente lo despreciaba pese a que podía funcionar ―murmuraba Lydia mirando con pena y luego guardando con cariño el aparato.

―¿Es necesario tener que salir de los juegos? ―preguntó Percy.

―Me temo que sí, no todo se puede hacer por celular ―le contestó Lydia.

―¿Y cómo harán para volver al mundo real? ―les preguntó Vanellope, quien estaba junto con Calhoun, Félix y Ralph.

―Eso es fácil ―les respondió Lydia, y junto con Percy se apartaron un poco del grupo.

―Nos veremos mañana en la noche ―se despidieron los jóvenes y Lydia empezó el breve conjuro:

Litwack's arcade, Litwack's arcade, Litwack's arcade

Una luz blanca envolvió a los dos chicos y de inmediato aparecieron en el mundo real. Lydia y Percy agitaron sus manos frente a la pantalla y luego subieron al piso superior para salir del arcade.

.

.

Al día siguiente, luego de poner todos sus asuntos en orden, Lydia y Percy regresaron al arcade en la noche. Allí se enteraron que Litwack planeaba comprar nuevos juegos.

―No importa que estén con olor a chamusquina, eso se soluciona con un ambientador ―le decía Litwack a un hombre gordo, calvo y que le gustaba reír entre dientes.

―Entonces, señor Rick, le espero mañana de madrugada ―le contestó el hombre y salió del arcade con una amplia sonrisa en la boca por haber hecho un buen negocio.

Cerrado el arcade, los chicos entraron al negocio y después ingresaron al mundo de los juegos.

―Litwack quiere comprar nuevos juegos aprovechando el éxito de juegos antiguos como repáralo Félix junior ―les informaba Lydia a sus amigos.

―En realidad, eso hay que agradecerle a Q*Bert y sus amigos ―aclaraba Percy.

―¿Sabes qué juegos va a comprar? ―le preguntó interesado, Ralph.

―Ni Litwack lo sabe ―les explicaba Lydia―, al parecer los juegos vienen de una casa que se quemó. El dueño obtuvo el dinero del seguro y luego se marchó del lugar, una compañía de demolición se quedó con las máquinas de juegos como parte de su paga por haber aceptado demoler la casa por un bajo precio y luego venderán los juegos a Litwack.

―Entonces, supongo que los juegos estarán en malas condiciones, Litwack tendrá que repararlos ―dijo Calhoun.

―Escuché que la sala de recreo, que era donde estaban los juegos, fue una de las pocas habitaciones que se salvaron de las llamas, por lo tanto, están listas para conectarse al arcade ―les informó Lydia.

Un gato contra Ralph el demoledor (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora