Un gato contra Ralph el demoledor (completa)

Quererte debes

UN GATO CONTRA EL NUEVO TURBO

Capítulo 9: Quererte debes

El ejército que vino de Rampage fue tomado por sorpresa, pero confiaba en que sus tanques y helicópteros les diesen la ventaja. Sin embargo, una fuerte explosión estalló justo en medio de las máquinas de guerra. Eran Calhoun y sus hombres.

―¡Vamos, señoritas, enseñémosles a esos advenedizos lo que es un ejército de verdad! ―les arengaba la sargento.

El ejército enemigo se vio de pronto en desventaja, habían acomodado sus fuerzas al centro de la VEC para así facilitar la invasión de los otros juegos, y ahora estaban rodeados por todos los flancos.

Todos los jugadores atacaron y no costó mucho salir victoriosos.

Los científicos de Hero's Duty repararon la oficina central y abrieron las entradas de los juegos. El surge protector había perdido la memoria de las últimas 24 horas y no recordaba nada de lo que había pasado, tampoco recordaba cuando tuvieron acceso a su memoria el día en que destruyeron la oficina central, ni tampoco sabía quién estaba detrás del complot.

―Jamás había visto algo así en toda mi vida ―decía Ralph―. Creo que ahora diremos "hacerse Rampage" cuando todos los jugadores de un juego tratan de hacerse turbo.

―¡Cabo, hágase cargo hasta que retorne! ―le ordenaba Calhoun a uno de sus hombres y se dirigía al juego de Rampage.

―Espera, Calhoun, yo iré contigo a buscar a Félix ―se ofreció Ralph, y no era el único ya que al parecer ni Lancelot, ni Madmartigan, ni Ken aparecían.

Al final Arturo, Merlín, Percheval, Willow, Ryu, Chun Li, Cammy, Zangief, Mishaela, Q*Bert y sus amigos decidieron acompañar al dúo.

―¡Yo también quiero ir! ―gritaron Percy y Vanellope, pero Calhoun les prohibió ir al juego con una mirada que hizo que los dos se quedasen helados del susto.

―Cuídense ―les pidió Lydia y los jugadores entraron en Rampage.

Dentro del juego vieron que el ejército que derrotaron en la estación central era tan solo una tercera parte del total, por fortuna, no fueron descubiertos ya que los soldados estaban abocados a la tarea de desmantelar todos los tanques y helicópteros entre otros que estaban en ese lugar.

―¿Y ahora cual ser el plan, sargento Calhoun? ―preguntaba Zangief con su característico acento ruso.

―Este es el plan, iré donde esos sujetos y les voy a patear el trasero hasta que me digan dónde está mi esposo ―gruñó la mujer sin apartar la mirada de los soldados de enfrente.

―A mí me parece bien ―dijo Ralph.

―También a mí ―dijo Ryu con expresión seria.

―No creo que sea lo más apropiado ―intervenía Merlín―, es un ejército numeroso y nosotros tan pocos.

―Merlín tiene razón, necesitamos un plan ―dijo Willow.

―Yo me ofrezco para distraer a los vándalos, mientras ustedes buscan a nuestros hermanos en armas ―se ofreció de forma noble Arturo.

―No, tenemos que planear algo mejor ―le interrumpió Calhoun, quien se maldecía por haber perdido el control, después de todo, ella era la comandante de todo un batallón de soldados―. Q*Bert, tú y tus amigos son muy rápidos, ustedes irán a investigar primero para encontrar a Félix y a los demás, no deben hacerse ver.

―# )@/%)= (¡entendido iremos!) ―respondió Q*Bert y junto con sus amigos, salieron a buscar a Félix y a los otros jugadores extraviados.

Calhoun temía que los soldados notaran que ninguno de sus compañeros retornaba de la estación central, o que enviaran a alguien hacia ese lugar, por fortuna Q*Bert y sus amigos retornaron rápido.