-Eso es imposible.- dijo Uma con los ojos como platos.- Aunque claro.- se quedo pensativa.- ¿Como no nos dimos cuenta antes?.- se dijo.
-¿A que te refieres Uma?.- dijo mi padre
-Kaya Aki sus ojos... eran azules.- dijo
-¿Como lo sabes?.-
-Lo decían las leyendas, algunas afirmaban que esos ojos eran los que le daban su poder.-
-¿Te refieres a....-
-Si.- interrumpió Uma y me miro.- Tiene el sobrealfa.-
Ahora intervine yo.
-¿De que estáis hablando?.- dije.- ¿Que es eso de Luna Oscura?, ¿y lo de sobrealfa?.-
Uma se dirigió a mi y me habló.
-Quiere decir que eres el Kanentokon mas poderoso de todos, eres el descendiente directo de Kaya Aki.-
Me quede en blanco.
-Por eso todo te ha venido tan deprisa todo, por eso te has transformado tan pronto, por eso tu poder espiritual ha crecido mas rápido que el de cualquier metamorfo.- siguió diciendo
-¿Pero que significa eso de Luna Oscura?.- pregunte
-Así es como le llamaban a Kaya Aki... se convirtió en una noche en la que la luna era llena y desde que se transformo le conocieron así.- respondió mi padre
Era obvio, por eso me sentía mas fuerte que todos aquellos vampiros, por eso era mas rápido que los demás lobos, me quede pensando en todo esto.
-¿Y lo de sobrealfa?.- pregunte de nuevo al acordarme
Uma me respondió.
-Kaya Aki gozaba de numerosos dones, con sus fuertes dientes podía convertir a mas como el, con sus afinados oídos podía escuchar sonidos a kilómetros de distancia... y sus ojos azules podían hipnotizar... a ese poder se le llamaba el poder de sobrealfa, porque podía dominar a cualquiera que viera... tu tienes sus ojos... posees el don de sobrealfa.-
Me senté en una butaca, sentía que me estaba mareando, esto me venía muy deprisa, hace nada era un humano normal y ahora resulta que soy el descendiente del Kanentokon mas poderoso de todos, que es lo que me hacia ser el mas poderoso ahora.
-¿Estas segura de esto Uma?.- pregunto mi padre
-Igual de lo que estoy segura de que sois Lobos Negros.- dijo motivada por la noticia.
Mi padre volvió a mirarme y yo le mire a el, me sonrió orgulloso y yo le miraba confundido, mi padre volvió a dirigirse a Uma.
-Ahora debe ser el el alfa ¿verdad?.- le pregunto
-No creo que este preparado para serlo.- replico Uma.
-Le enseñaré.-
Uma le asintió.
-Vamonos hijo.- me dijo
Me levante del sillón y me fui con el. Nos fuimos en un paseo en silencio, paseo que aproveché para pensar en lo que era, era un metamorfo, posiblemente el mas fuerte que existe a día de hoy.
Llegamos a mi casa y mi madre estaba en la puerta se le veía preocupada, cuando nos vio vino hacia nosotros, nos bajamos del caballo de mi padre y nos dirigimos a la casa.
-¿Donde habéis estado?, ¿que ha pasado?.- nos preguntaba
-Ahora te lo cuento cariño.- le dijo mi padre
Entramos y fuimos a la cocina, le explicamos todo lo que había pasado y todo lo que nos contó Uma, ella se quedo sorprendida, como para no estarlo, saber que tu hijo era el metamorfo mas poderoso de todos era algo difícil de no sorprenderse. Cuando terminamos mi madre se quedo pensativa mirando la mesa hasta que habló.