💐Pesadillas💐 Solangelo

Parte única

Esa noche era un de las tantas.
Una de las tantas en las que Will se quedaba despierto observando a Nico dormir.
Él solo esperaba

Esperaba, a que Nico despertará sudando por culpa de las pesadillas, para luego abrazarlo y recordarle que la guerra había acabado y que estarían bien.
Aunque tal vez, pero solo tal vez el hijo de Apolo no estaría completamente seguro, porque a pesar de lo que todo el mundo pensaba.
Él también tenia pesadillas.
Al contrario que su novio, no soñaba con el tartaro,ni con los gigantes o incluso con estar encerrado eternamente en una vasija, a él lo perseguian personas,personas que pudo haber salvado, soñaba con sus hermanos caidos en las guerras.
Algunas veces el hijo de Hades le preguntaba que cosas le atormentaban en sus pesadillas.
Él jamas se atrevio a decircelo ni a el ni a nadie. Lo mantenia sólo para si mismo. Cuando ya no aguantaba más y quería decirlo se recordaba que aquello que le atormentaba no se comparaba en lo más mínimo que el oscuro semidiós había experimentado.
Y simplemente ignoraba la pregunta,se acomodaba e intentaba conciliar el sueño aunque sea un par de horas.

Hasta que un día los papeles se invirtieron.
Esta vez quien velaba el sueño de su novio era Nico.
Esta vez quien despertó sudado y entre lágrimas era Will.
Esta vez quien se descargo en el pecho de su pareja fue cierto rubio.
Lo soltó todo, le dijo de sus pesadillas. De cómo pudo haber salvado sus vidas, de cómo por su culpa no estaban entre ellos.
Esta vez fue el turno de el azabache.
El turno de abrazar y prometer que saldrían adelante,de convencer al ojiazul que no fue su culpa. Y sobre todo de ver como el amor de su vida había sufrido en silencio.
Había soportado tal peso en sus hombros porque creía que su dolor no se asemejaba a el suyo.
Esa noche,con lo papeles invertidos,Nico aseguró que el dolor que Will sentía era incluso peor que el propio.
El creer que pudiste haber hecho algo para salvar a una persona importante en tu vida era aún peor que soñar con unos cuantos monstruos.

Luego de eso ambos se abrazarian e intentarían dormir.
Y así serían sus noches hasta que comenzaran a olvidar el dolor de las pérdidas y a disfrutar de estar vivos y en paz.