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~ The hound of cuteness ~

El guión me había dejado en el suelo, el guión y una serie de cosas que no eran el guión, cosas de verdad, no teatro, no actuación, la cruda y triste verdad. Siempre que la gente pregunta simplemente se pone una mala cara, o a veces, si pareciese tan impactante, se explica, pero hoy habían caído lágrimas, lágrimas de verdad, lágrimas que me habían partido el corazón.
El cemento seguía frío, porque claro, lo que tenía que pasar iba a pasar en el momento previsto pero hay veces que las sorpresas no se pueden planear. Mi cabeza está a kilómetros del lugar en el que está mi cuerpo, eso de estar tumbada en el cemento no era tan malo pero por más que intentase levantarme tampoco podría, me dolían demasiado las rodillas, no lo suficiente como para tener que hacer un chequeo pero si lo suficiente como para que en el momento en el que me dieron el tremendo golpe me cagase en los ancestros de más de uno y de más de dos también.
Quizá estaba preocupando demasiado al público, tanto como para que un guardia de seguridad me ayudara a salir del estadio, pero bueno, las cosas irían a mejor, no me daría tiempo a hacer todo lo que sería mi rutina pero por lo menos a vestirme con ropa de calle si me daría tiempo. Desventajas de ser el evento principal, te vas a tu casa sin poder ducharte si quiera pero saldrás tan tarde que no te encontrarás con apenas gente, llamadme antisocial si queréis, pero para mí es una ventaja.
Después de vestirme con ropa un poco menos reveladora que lo que utilizo para trabajar, (aunque aclaro una cosa, no es que sea malo, pero ya refresca, si fuese verano quizá  pondría el segundo atuendo, una lastima no tener ropa de invierno) no sin ponerme antes un vendaje en las rodillas y hacerme un moño, porque sí, el pelo muy bonito, ahora, largo y molesto, como él solo, cojo la bolsa donde guardo todo y las llaves del coche, por lo menos esta semana y las dos que vienen las tengo libres, menos el lunes, y salgo del dichoso cuartucho en penumbra al que tengo que llamar camerino y salgo fuera.
Por lo menos cuando salgo no estoy sola, me esperan las dos compañeras, amigas realmente, que me han hecho la noche imposible, Samantha, la que guarda secretos que las personas normales cuentan, y Shaila, traiciones locas, genial.

Shaila:
— Estabas tardando tanto que estábamos planeando en como sacarte de ahí sin que pareciera un secuestro — aunque claro, esta ya no era Shaila, la lunática que acaba de traicionar a su compañera de equipo, si no Melody, un cachito de pan que busca alegrarte el día y sonríe siempre.

Samantha:
— Teníamos pensado ponernos las máscaras y cogerte como a un saco de patatas pero como has preferido salir tú sola no hemos tenido que usar la fuerza — y esa ya no era Samantha, si no Lara, ya no era la chica fría con una máscara seria si no la chica que estaba enfrente mía esbozando la sonrisa más bonita que había visto en mi vida aunque se estuviese muriendo lentamente.

Phantina:
— Lo siento, lo siento, pensaba que había tardado menos — y yo tampoco era Phantina, esa chica arrogante y egocéntrica que todos veían en la tele los lunes por la noche, yo era Dianna, pero por lo menos había una cosa que si era verdad y todos habían visto, estoy rota por dentro.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2018 ⏰

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