Ángel del Infierno

Capitulo 1

La alarma del movil me saca del sueño en el que estaba sumida, pero me niego a abrir los ojos. Intento buscarla en la mesita de noche tanteando con una mano, pero no la encuentro. Entreabro los ojos y veo la figura de un hombre junto a mi cama, enfoco la vista y veo que me ve con una sonrisa burlona y con mi movil aun sonando en la mano.

Maldigo entre dientes y cobro mi cabeza con la sábana de la cama.

- Venga Lilith, ya es hora de levantarse. Recuerda que hoy tenemos servicio comunitario y tenemos que estar allí en 45 minutos.

- No quiero recoger la mierda que tiran en el parque, no me apetece malgastar la mañana en eso.- contesto aun debajo de las sábanas.

Marcos me quita la sábana del cuerpo ya cansado de mi actitud.

- No es tan malo mujer, además no tendríamos que hacer ningún servicio comunitario si alguien no hubiera golpeado a ese policía con una zapatilla en la cabeza.

- ¡Lo hice para darte la oportunidad de escapar! ¡¿A quien en su sano juicio se le ocurre intentar robarle el arma a un policía?! ¡Y además hombre lobo!

- Pero me habría dejado ir con una regañina y una noche en comisaría. Y en mi defensa diré que necesitaba practicar el hechizo de levitación.

Lo miré mal mientras me sentaba en la cama y me levantaba con la almohada en la mano para darle un golpe en la cabeza. Este estúpido hechicero que tengo por amigo hizo levitar a un policía con muy malas pulgas, literalmente.

  Me dirigí a la cocina para hacerme el desayuno arrastrando los pies y farfullando insultos hacia mi amigo. Me preparo un desayuno sencillo y me lo como todo rápido para luego vestirme con lo primero que pillo en el armario. Después de asearme cojo mi chaqueta de cuero y las llaves de mi piso y mi moto para luego ir junto a Marco en la puerta.

- Por cierto, te tengo dicho que no entres en mi piso como si fueras un delincuente. 

- Llamar a la puerta es aburrido.- Responde mientras se encoje de hombros.

Ambos bajamos las escaleras (5 pisos sin ascensor) y nos montamos un nuestras respectivas motos. Ponemos rumbo al parque en el que me pasaré toda la mañana recogiendo la basura que los demás tiran al suelo en vez de usar las papeleras que hay por todas partes.    

Al llegar y aparcar las motos en la acera de enfrente nos dirigimos hacia un grupo de hombres que esperaban aburridos a que llegasen los policías que nos iban a vigilar.

-Vaya mierda.- Susurra Marcos a mi lado.

- Ya lo sé.- Digo pateando una lata de refresco que estaba en el suelo.

- No me refiero al trabajo comunitario, uno de los policías es quien recibió tu zapatillazo.

Rápidamente levanto la mirada hacia donde Marcos me señalaba con la cabeza. Efectivamente allí se encontraba el malas pulgas, pero a su lado había alguien que no me esperaba ver nunca más. 

-¿Lilith te ocurre algo? Estás pálida.- Me pregunta Marcos preocupado.

- El policía que está junto al malas pulgas... Es mi hermano.