365 Días junto a ella.

Alguien del pasado y confesiones en la noche.

Los días pasaban, cada vez sus peleas eran más constantes, cuando Jason trataba de hablar con ella surgía una pelea.

— Ya vámonos, Mia, llegaremos tarde.

—Adelántate, ya bajo.

Jason salió del departamento, Mia tomo su bolsa y lo siguió. En el camino siempre estaban en silencio y al llegar al colegio se separaban, pues estaba en diferentes salones.

— Veo que tu hermanastro tiene su carácter. —Mencionó Vanessa una vez que Mia llegó a su lado.

—No tienes ni idea de lo difícil que es vivir con él —Murmuró con fastidio—, y más cuando va Jessy, es detestable.

— ¿Aun salen? —La miró sorprendida.

—Si —Bufó—, ya van para un año y medio. No sé cómo puede estar junto a ella, es una pu...

— ¿Quién es una puta? —Interrumpió Jessy.

—Una chica que se besa como animal con su novio. —Alzó una ceja.

—Lo que pasa es que tienes celos de que yo tengo novio, y tú no.

— ¿De verdad crees que eso me importa? —Rio.

—Deja de hacerte la fuerte, sé que desde que nos conocimos tienes celos de que yo sea más bonita que tú. —Se burló la morena mientras echaba su cabello hacia atrás.

— ¿Bonita, tu? ¡Ja!

El timbre sonó, dando por terminada la discusión. Esa chica era insoportable, si hubiera tenido un poco más de tiempo habría acabado con ella.

El resto de la mañana no se topó con Jason ni con su detestable morena, solo hasta la salida cuando se dirigieron a comprar algunas cosas para la comida empezaron a hablar.

— ¿Traes la lista? —Preguntó él.

Ella asintió mientras entraban al súper mercado, él se fue a escoger algunas frutas y ella fue por un tarrito de yogurt.

Estaba haciendo el tonto por ser tan pequeña para no poder alcanzar un miserable yogurt, hasta que una mano masculina entró a su alcance

—Gracias. —Sonrió Mia.

—Por nada. —Dijo el chico mientras le lanzaba un guiño.

— ¿Te conozco? Tu rostro se me hace muy familiar.

—Creo que estudiamos juntos —Sonrió— ¿Te llamas Mia, cierto?

— Si —Rio—Ya me acorde, eres David. ¿Me recuerdas? Dios, como pasa el tiempo.

—Eras mi mejor amiga ¿Cómo puede ser que te olvidara? —Dijo mientras la abrazaba.

—Yo no te reconocí, has cambiado mucho.

Jason había terminado de escoger la fruta así que empezó a buscar a Mia para terminar las compras. Iba concentrado pensando en invitarla a cenar para alivianar un poco el ambiente, cuando la vio hablando con un chico que al parecer coqueteaba con ella.

—Tú no te quedas atrás, estás hermosa. —Alagó David.

— Gracias —Dijo ella sonrojada—. Enserio teníamos mucho sin vernos, las cosas han cambiado tanto —Suspiró—, mis padres se separaron.

— ¿Enserio? Pero si se veían muy felices.

— Pues ya ves, las cosas cambian. Ahora tengo una nueva familia. —Hizo una mueca.