CAPITULO 3: Cambios

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Lo que encontré fue un nido con un huevo color bronce, esta era una pequeña sorpresa a comparación de lo que estaba por suceder, Ya que mientras yo exploraba la cueva la mama dragón atacaba a los muggles que estaban afuera. Debido al miedo y al peligro de la situación decidí sin pensar tomar el huevo y salir corriendo de la cueva pero respuesta a que había tomado la decisión equivocada la dragona comenzó a perseguirme mientras que yo corría sin darme cuenta me estaba introduciendo a lo más profundo de la selva.

Corrí hasta que me canse y decidí ocultarme en un árbol donde me encontré un CLABBERT que Parecía feliz de verme, pero su aspecto me atemorizaba ya que a esa edad encontrarte una rana con el cuerpo como de un mono y un grano gigante en su frente no era nada relajante. Pero a pesar de todo parecía amigable ya que solo me observaba e imitaba, luego comencé a sentir como la rana arborícola se retorcía en mi bolsillo y decidí sacarla, al hacer esto el clabbert abrió mucho los ojos haciéndome creer que sentía que afecto por la rana pero al dársela él se la comió en menos de un segundo.

Esto me ocasiono una risa que no pude controlar, pero de pronto me detuve ya que grano del clabbert se enrojecía, yo no comprendía porque pero de pronto el salto del árbol donde estábamos hacia otro y en el vuelo la dragona lo atrapo con la boca. De un momento a otro lo único que quedaba de mi "amigo" era un poco de sangre verdosa en la boca de la dragona, que aunque no lo crean me haría feliz luego ya que tras otra pequeña persecución entre la dragona y yo, esta terminaría muriendo intoxicada por la sangre del clabbert (la cual por suerte era venenosa) y desplomándose en el suelo.

Me tomo tiempo tranquilizarme y coger valor para acercarme a la bestia que se mantenía inmóvil en el suelo, pero cuando logre acercarme no pude contenerme en inspeccionar cada parte de ella. Tras inspeccionarla por completo oí que algo se acercaba y por suerte era mi madre porque no me imaginaba tener que enfrentar a la pareja de mi ex perseguidora, ni bien nos vimos corrimos a abrasarnos ya que ambos habíamos temido que algo le hubiese pasado algo al otro.

Mi madre me contó que durante mi persecución ella había petrificado  a los muggles con el PETRIFICUS TOTALLUS y drogado con una rana mono gigante, así que no tendríamos de que preocuparnos pero por si acaso nos mudaríamos a ARGENTINA y tendríamos una charla sobre lo sucedido. Yo sin dudarlo acepte ya que siempre era bueno viajar y además se venían las fiestas y no quería que mama las pasase sola. Antes de irnos de esa atemorizante escena, mama utilizo el encantamiento REDUCIO para llevarnos el cuerpo de la dragona con nosotros.

Al llegar a argentina conocí a mi otra familia que era un poco más distinta a la anterior; Mi familia materna era mi abuela, mi tía P con y mi tío M con sus 2 hijas e hijo, mi tía Y mi madre; éramos más pocos que mi familia paterna y más indefensa ya que los únicos magos éramos mi prima Val, mi primo Jose, mi madre, mi abuela y yo. Si, al parecer mis tías eran squibs y mi prima, la más pequeña, también lo era. No falto mucho para que mi mama recordara la charla que me prometió así que después de unas semanas viviendo en casa de mis tíos mi madre decidió contarme.

La charla fue larga, pero mi madre expuso bien su punto ya que ella no quería que yo entrara al mundo mágico por la peligrosidad de este y el de la vocación que ambos sabíamos que iba a elegir, porque seamos honestos, el viajar por todo el mundo documentando, analizando y tal vez peleando con dragones y todo tipo de animales fantásticos no era lo más seguro que existiera. Pero la charla termino con una frase por parte de mi madre que siempre recordaría

-estás listo para la aventura de tu vida?, porque ella no te va a esperar a ti.

Mi Aventura MagicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora