[19]
En desconcierto por haber vivido lo que para ella era lo más terrible del mundo, se mantuvo encerrada en su habitación durante todo el sábado.
Isabel sin cesar tocaba y tocaba a su puerta sin respuesta. Le repetía que se le iba a pasar y que Dixon no era un mal hombre y que estaba enamorada de él. Al comienzo, su madre estaba siendo muy paciente con su actitud porque podía entender porque se encontraba así, pero cuando se cansó de apelar al lado comprensivo de Annie le dejó muy en claro que no podía permitirse dejar de ser feliz por su egoísmo. Y tras eso Annie la escuchó abandonar la casa.
—La propia colegiala enamorada —le gritó Annie a la puerta de su habitación—. ¡Tienes una hija! —bramó y después se le empezaron a salir de nuevo las lagrimas.
La verdad era que desde que su madre había empezado a salir con Dixon parecía que lo que ella pensara la tenía sin cuidado. ¿Cómo podía aceptar casarse con un hombre que no aceptaba su hija? ¿Estaba tan loca por Dixon?
Annie tomó su celular y con decisión llamó a Arthur.
—Ana, ¿decidiste aparecer? —contestó rápido como si estuviera esperando de un momento a otro la llamada.
—Arthur, esto se complicó demasiado —contestó.
—Lo sé, ¿sabes lo mal que quedó tu mamá anoche cuando te perdiste de la fiesta? ¡Todo el mundo preguntaba por ti! —la voz de Arthur se escuchaba desesperada—, pudiste haberte quedado por lo menos para fingir un poco, Ana. Es tu madre.
—Aish, ¡Arthur! ¡No te llamé para que me regañaras! —protestó, se quitó el celular de su oreja con ánimos de cortar la llamada pero reconoció que necesitaba a Arthur en estos momentos, así que continuó: —Pedirte que me entiendas ya es un caso perdido, así que por favor escúchame Arthur. En estos momentos a mi mamá y a mi parece que no nos importa lo que nuestras decisiones nos provocan la una a la otra. ¿Te parece bien que me haya hecho ir a una fiesta sorpresa para decirme que se ve a comprometer?
—Ella nunca te dijo que era una fiesta para ti.
—Sí, pero tampoco me dijo que era una fiesta para ella y para Dixon —replicó—. Lo menos que me importa en estos momentos era si esa fiesta era para mí—mintió.
—Ana... Mientras más te opongas a ese compromiso, más tu mamá se va a alejar de ti, te estás haciendo daño...—a través de un hilo de voz en la línea telefónica Annie sabía que él debía sentirse mal por ella.
—Arthur —dijo entonces.
—Dime, Ana.
Annie suspiró y apretó el celular con mucha fuerza.
—Necesito información, necesito saber todas las cosas malas detrás de ese tipo cuanto antes, tienes que apresurarte en conseguirme la información. Te... te lo ruego.
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Chapuzón
Novela JuvenilLas razones por las cuales una persona se zambulle en una piscina son variables, todo depende de quien sea, de donde sea, y para que lo hace. Para Natare, practicar natación es su boleto a la gloria, tiene tanto talento que hasta cuenta con un club...