Etéreo

10- Dope

Seokjin dejó la mochila de educación física en su taquilla y se dio la vuelta dispuesto a marcharse a clase de biología, pero Namjoon se encontraba delante suya con una sonrisa de lado y se adelantó unos pasos para así dejarlo acorralado.

Namjoon: Buenos días, cariño.

Seokjin: Buenos días.

Contestó sonrojado tomando una de sus manos.

Namjoon: Esta mañana no te vi antes de entrar en clase.

Seokjin: Me quedé dormido y me tuvo que traer mi padre en coche.

Habían pasado ya algunas semanas desde que en aquella salida al cine habían comenzado su relación oficialmente y no podían ser más felices de estar el uno con el otro.

Namjoon: ¿Cuándo me lo presentarás?

Seokjin: Pronto.

Contestó nervioso desviando su mirada. El menor puso una mano en su barbilla para así hacer que lo mirara a los ojos.

Namjoon: Está bien, puedo esperar. Siempre que no te avergüences de mí.

Seokjin: No digas tonterías.

Juntaron sus labios en un corto beso y se separaron sonriendo.

Seokjin: ¿Esta tarde quedamos después del instituto?

Namjoon: Lo siento, pero tengo reunión con el grupo de Hobi hyung.

Seokjin: Oh, claro.

Su cuerpo se tensó en el mismo instante en el que escuchó su nombre, pero intentó mantenerse firme.

Seokjin: Pásalo bien.

Namjoon besó su mejilla cortamente.

Namjoon: Sabes que te quiero, ¿verdad?

El mayor asintió y pasando sus manos por el cuello del chico de cabellos morados volvió a cerrar el espacio que los separaba para besarlo con lentitud; llegaría tarde a clase, pero en ese momento le daba exactamente igual, solo quería sentirlo cerca y vivir en la ilusión de que aquello nunca terminaría.

Estaban tan consumidos en su momento que ignoraron cuando Jungkook pasó por su lado mirándolos atónito; su hermano tendría que explicarle algunas cosas cuando estuviesen en casa. Se apresuró a llegar a dirección, donde su madre lo recogió sin decir nada en absoluto. Desde que había entrado en el programa siempre era así; debía ir por lo menos una vez al día a los laboratorios Gib Tih a hacerse infinidad de pruebas. Normalmente debía acudir allí él mismo cogiendo algún tipo de transporte público, pero cuando se requería su presencia en horario de clase su madre iba a buscarlo y lo llevaba en coche sin cruzar palabra con él.

El laboratorio ya se podía ver a tan solo unos metros de ellos cuando el chico decidió hablar.

Jungkook: Mamá.

La mujer lo miró apenada y volvió su vista a la carretera.

Jungkook: ¿Eso es todo? ¿Tanto tiempo cuidándonos y protegiéndonos para terminar así?

Apretó su agarre en el volante; después frenó esperando a que la barrera del aparcamiento se abriera para aparcar rápidamente el coche en la entrada y mirar a su hijo indicándole así que ya habían llegado a su destino y podía bajar.

Jungkook: Namjoon tiene fe ciega en vosotros, ¿sabe acaso algo de esto?

No recibió otra respuesta más que el silencio, así que decidió marcharse.

Jungkook: Eso pensaba.

Salió del coche y justo antes de cerrar la puerta echó un último vistazo a su madre a la vez que soltaba un largo suspiro.