365 Días junto a ella.

Discusiones

¿Por qué demonios estoy cambiando mi forma de ser con él? Ahora lo siento, me agrada, pienso que puedo confiar en él, ese sentimiento de antes está desapareciendo y se está convirtiendo en cariño, me ha demostrado que está dispuesto a aceptarme a su familia, y lo mejor que puedo hacer es lo mismo.

Mia cambió su ropa por algo más cómodo y se quedó en su habitación viendo un poco de televisión. Después de un tiempo ya había oscurecido y empezó a escuchar que Jason la llamaba desde su habitación.

— ¿Qué pasa?

—Me siento solo, hazme compañía. —Murmuró su hermanastro con un fingido tono de tristeza.

— ¿De verdad? —Rodó los ojos mientras se recargaba en la puerta de él— Estaba viendo televisión.

—Un trato en un trato— Respondió él dándole palmaditas al colchón para que ella fuera a sentarse con él.

—Pero tienes que dejarme ver televisión aquí.

—Por supuesto. —Contestó sonriendo mientras le ofrecía el control.

Mia se acomodó a su lado, los dos recargados en la cabecera de la cama. Prendió la televisión y puso el canal que veía antes, una película de amor.

—Mmm, que cursi. —Susurró el chico mientras cruzaba los brazos.

—Es mejor que esas películas de terror que tú ves todo el tiempo.

—Por supuesto que no.

—Esta tiene un lindo mensaje —Rodó los ojos con diversión—, solo mírala.

Ambos concentraron sus mentes en la televisión. La película era sobre dos adolescentes que tenían vidas totalmente diferentes pero se habían conocido a causa de la escuela, se odiaban y discutían todo el tiempo, hasta que después de unos sucesos esos sentimientos mutuos cambiaron y se convirtieron en amor; pero para cuando ambos se habían dado cuenta, ya era demasiado tarde y su vida tomó rumbos distintos.

Al término de la película Mia escucho que Jason exhalaba un profundo suspiro: — ¿Qué sucede?

—Nada, déjalo —rió—. Estoy loco.

— ¿Jessy? —Murmuró ella con cautela, no quería arruinar su tregua con un mal comentario

—Si. —Murmuró devuelta dudoso.

—Lo siento, pero creo que ella no te merece —Le dijo seria ignorando su promesa sobre no comentar ese tema—. No debes sufrir por alguien como ella.

—Es solo que ha cambiado, ya no es lo mismo... pero la quiero, después de todo es mi novia, llevamos casi año y medio.

—Una novia que solo viene cuando se aburre. —Respondió mientras se levantaba.

— ¿A dónde vas?

—Es tarde. Hasta mañana. —sonrió tranquila mientras salía de la habitación.

Jason soltó un suspiro y vio hacia el reloj que estaba sobre su mesa de noche, marcaba las 11:30, miró hacia la puerta de nuevo pero ella ya se había ido. La siguió.

Cuando entró a la habitación la divisó sentada sobre la cama leyendo un libro, supuso que estaba muy concentrada porque no notó su presencia.

— ¿Por qué siempre que hablo de Jessy me evades? —Habló de pronto mientras se recostaba contra el marco de la puerta cruzando los brazos.

La chica dio un respingo y puso el libro sobre sus piernas: —Porque la detesto. Y creo que siempre lo haré, lo siento, pero es algo que no puedo evitar. Y no quiero ofenderte— Levantó los hombros—, simplemente eso es lo que pienso.

—Está bien —rodó los ojos—. A decir verdad, no me agrada tu amigo David. Es todo un patán.

—Pues no más que tú. —Enarcó una ceja.

—Yo no soy patán.

—Claro que si —agudizó la voz mientras se levantaba de la cama—, eres de esos chicos que solo piensan en ellos nada más, como si el mundo girara en torno a ti.

—Por supuesto que no, si fuera así no estaría aquí —reclamó con exasperación acercándose a ella—. Más bien tú te crees el centro del universo.

—Porqué lo dices, ¿por qué hablo mal de tu noviecita? No es mi culpa querer estar lejos de las personas falsas y vacías.

—Déjala en paz, deja de atacarla. Ya me tienes harto con tu inmadurez.

— ¿No habías dicho hace unos instantes que ya no querías estar con ella? —Alzó la voz mientras rodaba los ojos y pasaba las manos por su cabello.

—Yo nunca dije eso —esta vez él rodo los ojos molesto —. Solo dije que ella cambió, aun la quiero.

—Tu actitud muchas veces dice lo contrario —rió con ironía.

—Una cosa es que la quiera y otra es que ahora esté enojado con ella.

—Está bien. ¿Y por qué estas molesto con ella? —Frunció el ceño sarcástica — Ah sí, porque es una tonta que solo te busca para que la saques de paseo, también solo te quiere para que le calientes el culo por unos minutos —Su tono de voz seguía aumentando—. Es una puta que solo le gusta sentir el placer con cualquiera que se le pase por el frente —rió con ironía—. ¿Y sabes qué? Tu solo eres uno de sus mucho gatos.

Jason sabía que su novia no era una santa, de hecho antes de hacerlo la primera vez ella le había dejado muy en claro que no era virgen. Aun así le dolió escuchar a Mia hablar así sobre ella, paso la mano sobre su cabello castaño y cerró los ojos mientras tomaba un respiro. Al cabo de unos segundos giró su cuerpo y se encaminó hacia su habitación sin siquiera mirarla, azotó su puerta y se lanzó sobre su cama. 

Capitulo corto para hoy. Quería saber si les está gustando, si sigo actualizando. Ustedes deciden.