✝Volver α verтe✝

1.2K 129 229
                                    

Han pasado 10 años desde que vi por última vez a este chico, Park Jimin. ¿Qué será de su vida ahora?

Jimin, mi primer amor a los 17 años, él tenía 19.

Jimin, todo un maldito enigma, tan ardiente como el infierno y tan intenso como un huracán, tan cambiante como un tornado. Pero tan hermoso y cautivador como una apuesta de sol.

En mi vida el siempre fue la noche mientras yo era el día.

Aún recuerdo los días que me secuestraba de mi propia casa para visitar lugares nuevos, para llevarme a conciertos o simplemente ir a caminar a la playa. El era demasiado intenso, me amaba de una forma demasiado descontrolada, así como me causaba dolor sin medirse. Me celaba obsesivamente, pero me engañaba con frecuencia.

El significó en mi vida todo un torbellino de emociones, tanto positivas como negativas. Me hacía enojar, me deprimía y gracias a él tenía ataques de ansiedad, llegó a hacer que me quisiera morir en repetidas ocasiones, pero yo no lo podía dejar... Porque me amó como nadie ha hecho hasta ahora, me protegió del mundo exterior, me envolvió en sus brazos para no derrumbarme, y cuando ya lo había hecho, me tendía la mano para levantarme.

Maldito chico extravagantemente hermoso, casi tatuado por todo el cuerpo, su cabello naranja también era hermoso, al igual que toda la gama de colores que se teñía el cabello, siempre lo hizo de mis colores favoritos. Siempre se esforzó porque todo en el me gustara, no era necesario, estaba perdidamente enamorado, para mí fue perfecto.

El hizo mis primeros tatuajes y perforaciones, dolió como el infierno, nunca lo vi tan asustado, pero a pesar de que yo tuviera el triple de miedo que el... Me esforcé por darle la mirada más tranquila que tenía.

Sus ojos, sus hermosos ojos que han visto pasar muchas tragedias pero aún así no se apagaban, el decía que era debido a mi. Que yo era todo lo que necesitaba y que nunca iba a poder expresar todo lo que sentía por mi. Yo nunca tendría idea de cuánto me amó, solo sé que fue demasiado, tanto como yo lo amé.

Llegó a hacerme el amor, llegamos a tener sexo, y también llegó a abusar de mi. Jimin era jodidamente tóxico pero adictivo. Era una droga, peor que la heroína o el LSD.

Pero yo también llegue a lastimarlo en repetidas ocasiones. Porque Jimin y yo éramos iguales. Yo también lo engañé y le cause mucho llanto.

Cuando llorábamos terminábamos besándonos con intensidad sin importar que las lágrimas siguieran saliendo descontroladas de nuestros ojos.

Todo lo hacíamos tan mal, tan incorrecto, era un amor enfermizo del cual los dos estábamos atados, no nos podíamos librar y no queríamos. Yo vi como su padre lo golpeaba por ser homosexual, y el vio como mi madre me hecho de la casa por la misma razón.

Escapamos, nos sentíamos por fin libres para comenzar a amarnos sin límites. Pasamos hambre, y muchos días refugiándonos de la lluvia dentro de viejas construcciones, o simplemente dejando que las gotas empaparan nuestros cuerpos mientras no acurrucábamos cada uno con la mirada perdida.

Teníamos un pequeño apartamento y trabajamos en lugares donde el salario no era muy bueno. Pero entonces Jimin comenzó a llegar con más dinero a casa y con una sonrisa rota.

Una noche salí a comprar medicamentos porque no me sentía bien, y en un callejón vi a Jimin con el rostro desencajado en tristeza subirse al auto de un hombre. Me rompió el corazón, no porque se fuera con otro hombre, sino porque Jimin se prostituía para sacarme adelante. Vendía su cuerpo para que pudiéramos seguir viviendo juntos. Yo no soporté ese hecho, mi chico no tenía necesidad de hacer sacrificios por mi.

Tᴜ́; Mɪ ᴘᴀꜱᴇ ᴀʟ ɪɴғɪᴇʀɴᴏ ✝ ◄Jikook► O.S  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora