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El Gran Prix finalmente estaba nuevamente siendo el sueño de los mejores patinadores y Yuri deseaba con todo su ser convertirse en campeón, lo necesitaba y había entrenado duramente para recibir aquella medalla de oro en la final, sin embargo mientras la competencia avanzaba alguien estaba amenazando con llevarse su tan soñada de gloria, su adorado novio Otabek Altin estaba siendo la mayor competencia de ese año.

Siempre pensó en el kazajo como un buen rival, aunque jamás había visto aquel potencial arrasador, nada parecía poder parar al héroe. Por el momento solo había ganado medallas de oro y sorprendido al mundo con sus coreografías. Altin se estaba dejando el alma en el hielo, todos hablaban de él y Plisetsky no podía evitar sentir la desesperación llenar su cuerpo.

¿Por qué justo ahora? ¿Por qué ahora que tenía finalmente 18 venía con todas las ganas de quitarle el premio? quizás porque su novio planeaba retirarse, entendía aquello y aun así su deseo egoísta no quería entregarle el oro. No ese año, no en el año donde deseaba proponerle matrimonio.

En su mano descansaba un anillo de promesa, Otabek se lo regaló a los 16 cuando estaba hablando sobre los recuerdos de aquel campamento donde cruzaron miradas por primera vez. Siempre fue un mentiroso, era más fácil decirle "no me recuerdo de ti" antes que confesar aquellos momentos donde se fijó en los rasgos exóticos de un niño con cero flexibilidad, con el tiempo al lado del kazajo su memoria empezaba a traerle pedazos del pasado.

Beka siempre hacia todo por él, ese era su momento para gritarle al mundo que deseaba casarse con el hombre más maravilloso del planeta y lo podía hacer solo con el oro en mano, porque Altin significaba oro. No podía darle la plata o bronce, necesitaba algo completamente fuera de lo normal, su medalla indicaba lágrimas, dolor, alegría, esfuerzos, sueños, éxito, todo lo que al lado de Otabek era nada.

¡lo odio! — Lanzó un zapato al televisor ganándose una mirada severa de su abuelo y lógicamente Yakov — no me miren así, ustedes no entienden —  se levantó completamente enojado, la prensa lo había apodo como "El Tigre Envidioso", todos estaban tan equivocado. No le importaba aquello, solo deseaba ser el número uno para pedirle a Beka casarse con él ¿acaso era mucho pedir? Esa sería la última vez que competirían, la última vez donde podría demostrarle sin palabras cuanto le importaba.

Salió dando un portazo sin preocuparse por Viktor y sus palabras de orgullo porque su "yerno" había roto un record ¿Por qué todos miraban a su héroe de esa forme? A cada competencia parecía alejarse de él, con cada medalla se sentía menos digno de su amor ¿con que cara podría pedirle matrimonio? Era un desastre en esas cosas, realmente solo destacaba en el hielo, en cambio Beka tenía la música, su país, su familia, era una estrella tan brillante sin necesidad de ser consciente de ello.

Cualquier que conociere al kazajo podía notar algo diferente en él, era un hombre sincero, valiente, fuerte, inteligente, maduro, talentoso, multifacético y con todo eso se fijó en él. Yuri conocía su reputación, era un mimado y maleducado la mayoría del tiempo, en definitiva se le daba muy mal las relaciones sociales por su miedo a ser abandonado o remplazado. La gente podía tacharlo de dramático, sin embargo tenía sus razones.

Sus padres no se dieron una oportunidad de conocerlo, Viktor se "olvidó" de su promesa apenas tuvo la oportunidad, la prensa a veces lo cambiaba por un patinador más joven y su belleza también podía ser remplazada. Tras esa fiereza se ocultaban muchas inseguridades, las mismas que Altin eliminaba con una sonrisa. Otabek siempre lo miraba como si fuera la cosa más maravillosa del universo y eso no había cambiado en sus tres años de noviazgo.

Aun recodaba su primer beso, había sido a los 15 en la noche donde estaban intentando preparar la exhibición de Welcome To The  Madness. Sabía que algo le pasaba con Otabek desde el momento donde frente al atardecer le dijo que tiene los inolvidables ojos de un soldado ¿Quién en el mundo puede evitar quedar flechado con algo así? simplemente ese día su corazón salió de su pecho y regresó trastornado por el kazajo.

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2018 ⏰

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