Capítulo 38: La desaparición

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Mal bajó rápidamente las escaleras y llegó a la puerta principal. Estaba furiosa y algo herida. Es difícil ser ella, ¿o no?. ¿Como poder escoger este lugar y Auradon? ¿Como poder escoger entre ser una dama de la corte y ser la hija de una villana?

Cuando llegó a las afueras del castillo, encontró a Evie y los demás.

—Vámonos a Auradon, de una vez por todas —dijo mirando a sus amigos.

—Mal, ¿estás bien? —preguntó Evie.

Ella suspiró.

—Mejor que nunca —respondió.

—¿Y Ben? —preguntó Freddie a Mal.

—Debe estar bajando —respondió.

Mal se alejó, mientras los demás esperaban a Ben. Después de cierto tiempo, no vieron a Mal por ninguna parte.

Ben bajó hasta donde estaban ellos.

—¿Dónde está Mal? —preguntó.

—No lo sé —respondió Carlos—. No hace mucho estaba cerca de esta calle.

Todos lanzaron una mirada hacia un callejón donde vieron algo de color morado. Debía ser Mal.

—No es seguro que Mal ande sola por aquí —dijo Ben.

—Ni para nosotros —murmuró Carlos—. Pero descuida, allí viene ella —señaló a una persona cuya ropa tenia algo de morado en sus ropas.

—Mal, no vuelvas a asustarnos así —dijo Evie—. No es seguro que estemos por aquí solos.

—En eso tienes razón, querida —dijo una voz masculina saliendo de las sombras.

Todos agrandaron sus ojos. Esa persona no era Mal, esa persona era...

—¿Ulises? —preguntó Freddie.

Él hermano menor de Uma se acercó.

—Que comes que adivinas —dijo sonriendo entre dientes—. ¿Que nos los asuste dices? Pero si para eso nos entrenan —sus ojos brillaban con malicia.

—¿Que haces aquí? ¿Y que quieres? —preguntó Jay.

—¿Que hago aquí? ¿Y que quiero? Las repuestas son: Estoy para dar un mensaje, y, quiero que su segundo al mando lo reciba —respondió.

—Sé específico —dijo Freddie.

—La secuestramos —dijo Ulises.

—¿A quién? —preguntó Evie.

—¿Quién hace falta de su tripulación? —preguntó Ulises mirando alrededor.

—¿Donde está Mal? —preguntó Ben.

—Su Alteza, por fin lo veo —dijo Ulises sonriendo—. Descuide, usted no será el secuestrado.

—¿Secuestro?... ¡¿Que le hiciste a Mal?! —dijo Ben.

—¡Por fin se dan cuenta!, la secuestramos —respondió Ulises—. Esto se estaba poniendo fastidioso. Alessandro quiere que su segundo al mando, lo visite a Rizos y Tinturas, esta noche —dijo Ulises.

—¿Alessandro Tremaine? —preguntó Freddie—. ¿Él?

—Nop, tu abuelita que se llama Alessandro Tremaine. ¡Por supuesto que él! —dijo Ulises con la paciencia corta—. Más les vale que su segundo al mando vaya, solo —señaló a Ben.

—¿Yo? —preguntó Ben.

—Así es, Alessandro solo quiere negociar contigo. Mas te vale ir o tu novia... Ya sabes lo que pasará —Ulises sonreía con picardía.

De no ser por Evie, Jay se hubiera lanzado sobre Ulises. Él se alejó un poquito con una sonrisa en su rostro.

—Quemal genio, Jay —dijo Ulises riéndose—. Hasta luegooo —se alejó del lugar riéndose.     

La Descendencia de la Isla de los PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora