"Mansion Embrujada"

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Luis se encontraba sentado frente a mí en una mesa plástica blanca dentro del hospital psiquiátrico "El Sauce". Sus ojeras moradas se notaban a kilómetros, su cabello se encontraba alborotado y sus ojos marrones carecían del brillo usual de una persona.

—¿Usted es reportero? — la monótona voz de Luis retumbaba por las paredes.

—Si, vengo a investigar sobre el motivo que se encuentra hospitalizado— traté de sonar amable y no nervioso— ¿Estaría dispuesto a colaborar?

—Claro— fijó sus ojos en mi por primera vez desde que llegué– Simplemente escucha lo que tengo que decir, solo no interrumpas y si no me crees, solo te paras y te vas.

Asentí, las palabras de aquel sujeto me calaban los huesos. Algo en su mirada y el repiqueteo de sus dedos contra la mesa plástica, me hacían quedarme callado y quieto en mi lugar. Preparé la grabadora y mi libreta para hacer notas.

********

Luego de la entrevista viajé en mi viejo auto hacia mi departamento que compartía con un gran amigo.

Llegada las once de la noche me puse a transcribir la grabación de la historia de Luis. Al principio se oía silencio y luego comenzó a sonar su voz.

"—El año pasado de la empresa de seguridad donde trabajaba, me asignaron como sereno de la reconstrucción de la mansión Stoppel. Antes de contra lo ocurrido comenzaré a contar las leyendas del lugar. Dicen que aquella mansión fue construida para la embajada chilena, pero no se puede confirmar aquel dato. Luego fue utilizada como hogar de niños, pero solo niños de seis a ocho años. El director del hogar para niños era un medico psiquiatra militar, se desconoce el nombre de aquel médico ya que todos los archivos se perdieron mágicamente."

Paro la grabadora y recuerdo los gestos de aquel hombre, movía sus manos de un lado al otro y su rostro era totalmente serio. Escribí algunas palabras en mi computadora y otros garabatos en mi libreta de mano.

Era un poco absurdo sentirme un poco paranoico dentro de mi propio hogar, pero cada vez que apretaba una tecla una sensación fea recorría mi columna vertebral.

Presioné nuevamente el botón de "play" y continué oyendo la grabación.

"—A simple vista parecía un simple hogar de niños donde se hacía bien su trabajo, porque solían hacer chequeos médicos a los niños semanalmente. Lo que no sabían era que esos chequeos resultaban ser experimentos.

—¿Qué tipo de experimentos? —mi voz sonaba entusiasta por saber más.

—Lobotomías— dijo sin rodeos Luis, desvió la mirada hacia el ventanal detrás de mí— Quería aprender más sobre el cerebro infantil. No me pregunte porque, ya que no soy medico ni mucho menos un loco.

—Y según entiendo los ruidos y las cosas ocurridas se deben a los fantasmas de los niños, ¿o no? —interrumpí su relato, quería llegar al tema central cuanto antes. Puso cara de fastidio, y recordé que no debía interrumpir.

—Exacto. Ahora vamos al tema principal— se acomodó en su lugar y me miró con serenidad— Varias veces me tocaron el turno noche, pero casi siempre era en la mañana. Por las noches se podían oír pasos apresurados por la planta de arriba, grifos abrirse y cerrándose sin razón. Una vecina del lugar comentó que vio sombras desde su departamento en las ventanas de la mansión.

—¿Describió a las sombras? —entre más datos recolectara, mejor.

—Si, dijo que eran algunas de niños pequeños, pero solo una de un adulto— estaba totalmente absorto en su relato— Volviendo al tema, la noche en que renuncié a mi trabajo fue la peor noche de todas— tomó una pausa y respiró hondo— Estaba al lado de unos de los camiones de cemento fumando ya que en mi cabina no tenía permitido fumar. Juro que los ruidos que oía antes no me daban miedo, pero esa noche sentí pánico.

—Si no se siente cómodo hablando de esto, lo entenderé— mentí, pero no lo presionaría. Soy curioso, pero tengo mis límites.

—Está bien— dijo respirando pesadamente— La cuestión es que el suelo comenzó a vibrar, y juraría que oí gritos de niños, niños muertos de miedo. Corrí dentro de mi cabina, pero tarde unos minutos en llegar, en el camino pude vislumbrar sombras pequeñas moviéndose a toda velocidad dentro de la mansión.

«Al llegar a la cabina, cerré la puerta y la trabé con la silla. El sonido de los gritos no cesaba y el suelo continuaba vibrando. No sé porque, pero levanté la vista hacia la casa de la mujer que me había contado sobre las sombras—Sus ojos comenzaron a cristalizarse— Las luces de su departamento se encendían y se apagaban. Dentro de mi sentía pánico y desconcierto, por más que intentara rezar, no recordaba las oraciones, fue como tener la mente en blanco por unos momentos. Finalmente, solo paró. Ya no vibraba el piso, ya no se oían los gritos y las luces de la casa de la mujer ya no titilaban. Simplemente paró.»

—¿Sin razón alguna? —cuestioné algo dudoso.

—Sin razón alguna— repitió mis palabras— No salí por el resto de la noche, no sé a que hora habrá comenzado todo ni a qué hora terminó.

—Y si se marchó de la mansión, ¿por qué está en un lugar como este? —señalé con mis manos la sala del hospital psiquiátrico. No le encontraba lógica.

—Buena pregunta— dijo sonriendo tenebrosamente— Los niños no quieren dejarme en paz, me siguen a donde vaya."

Ahí terminó la grabación. Había salido huyendo sin mirar atrás porque Luis comenzó a reírse a carcajadas, vinieron los enfermeros junto al guardia que me crucé en la entrada. Recordar lo sucedido en el hospital me daba escalofríos.

Terminé de escribir el articulo para el diario y fui por algo de comer. Mi compañero de departamento no se encontraba en casa, lo cual me resultó raro. Comí en silencio sobre el desayunador y luego me fui a dormir sin lavar los platos.

Esa noche soñé con esos niños con agujeros en sus pequeños cráneos. Soñé con las risas de Luis y con un sujeto extraños. Alto, vestía de traje antiguo y en sus manos sostenía un pequeño taladro.

Desperté con pánico y desolación en mi pecho.

Estaba en duda si enviar ese artículo o no al diario.

Algo en mi interior me decía que debería ver a un psiquiatra.  

Cada noche, sueño con aquel sujeto tratando de hacer un hueco en mi mente.

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Después de tanto tiempo, aquí un nuevo relato. Espero que sea de su agrado.

Datos curiosos

*Es una leyenda urbana de mi provincia (Mendoza, Argentina)

*Es una recopilación de artículos periodísticos, información de un blog donde aportan datos sobre dicha mansión.

*El relato donde la vecina ve las sombras está en un blog de un diario de mi ciudad. Si lo quieren leer me avisan y les envío el link.


Saludos.

RomiiCalderon

Cuentos que no son cuentos. #SA18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora