[KatsuDeku] ~Historias de todos los días~

Parte 13: Práctica parte 3

- Perdóname Kacchan, por hacerte venir por mi- dijo Izuku mientras estaba sobre la espalda de su pareja aun un poco débil -Como molestas estúpido nerd, después de todo eres un Deku, ¿Qué harías tu sin mi?-  dijo el rubio, cuando por dentro el debía agradecerle. pues había escapado de su "jodida" agencia diciendo que tenia una urgencia familiar.

Con dudas se le permitió irse y apenas escucho la palabra "Esta bien" ya estaba en su habitación empacando (metiendo toda su ropa hecha bola) su maleta para ir por su inútil.

-¿Donde me llevaras?- pregunto Izuku mientras poco a poco dejaba cerrar sus ojos por el cansancio -A tu jodida casa, ¿A donde más?- dijo Katsuki casi con fastidio pues entre esas palabras se notaba un tono de voz bastante alegre, pues no lo admitiría en alto pero estaba muy contento de ver a Izuku después de mucho tiempo.

era una bella tarde, casi a punto de anochecer, pues aunque el rubio tomo el primer tren para con Izuku se había demorado bastante, si tenían suerte llegarían a las once al hogar de Izuku y si tenia aun más suerte posiblemente Inko le permitiría quedarse a dormir en la casa de los Midoriya, pues según su madre aun seguía con sus practicas.

Lo ultimo que deseaba era que pensara algo tonto como el haberse escapado (que así era), habían llegado a la estación de trenes, Izuku apenas podía mantenerse de pie, más que herido parecía estar enfermo y eso no fue algo que Katsuki pasara por alto, apenas abordaron el tren Katsuki tomo su temperatura con la palma de su mano, una ligera fiebre lo estaba invadiendo.

-Oí, estúpido nerd, ¿No te habrás mojado?- pregunto el rubio mientras le miraba con el seño fruncido, Izuku no respondió, parecía estar a punto de caer dormido nuevamente -Perdona... ¿Dijiste algo?- respondió el peli verde mirándolo con pesadez 

-Este idiota tiene gripe- pensó el de ojos rubíes -¿Tienes frio?- el de pecas asintió

Katsuki chasqueo con su lengua -Me lo supuse- dijo más para si mismo que para que el de cabellos verdes escuchara, sin previo aviso y casi de manera espontanea recargo al menor en su pecho y lo cobijo con sus brazos, con mucho cuidado utilizo su quirk para poder calentar a Izuku quien claramente le sentó de maravilla aquel calor. 

-Gracias... Kacchan, eres el mejor- y callo dormido con tan acogedor soporte y suave calidez 

y en cuanto los ojos de Midoriya se cerraron el tren inicio su recorrido, el rubio ceniza miraba el paisaje pasar con velocidad frente a sus ojos, pensaba en todo y a la vez en nada, las luces que se veían a lo lejos le recordaban la cálida mirada de Izuku, las pocas estrellas que apenas comenzaban a mostrarse en el firmamento le recordaban esas pecas, esas odiosas pero adorables pecas.

miro de reojo a Izuku y pensó, ¿Como puede ser tan jodidamente adorable y jodidamente odioso a la vez?, odiaba la manera en como lo miraba con su cara de idiota, odiaba la manera en como sonreía, odiaba el sonido de su voz y más al escucharlo pronunciar ese jodido apodo infantil, odiaba cuando lo tomaba por la mano, odiaba cuando lo besaba, odiaba cuando lo abrazaba, joder odiaba todo, pero lo odiaba por la manera tan extraña y excitante que le hacia sentir.

porque siempre que pasaba cualquiera de esas cosas, le hacia sentir un universo en su estomago, unas explociones en sus mejillas, y acalambrase la quijada en una sonrisa, simplemente odiaba y adoraba todo lo que sus ser podía causarle con una mirada, fue cuando una locura paso por su mente.

-hey... Deku, despierta- dijo Katsuki mientras movía levemente al menor, este desperto atarantado pero lo suficientemente despierto para prestarle atención -¿Que ocurre? ¿Ya llegamos?- pregunto Izuku con sus ojitos apenas abiertos

-Quiero presentarte a mis padres