Capítulo 3

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3 fantasmas con ropa de magos antiguas estaban delante de mí.

Los 3 me veían con curiosidad, uno portaba una pequeña sonrisa cálida, otro parecía contento pero no mostraba nada, y el último tenía cara neutral.

- El último de nuestra línea - habló el que parecía mayor

- En realidad sería de nuestras líneas Antioch - señaló el del medio señalándose a sí mismo y a su otro hermano

- ¿Sabes quiénes somos? - cuestionó el de sonrisa amable ignorando a los otros dos

- Antioch, Cadmus e Ignotus Peverell - respondí a sabiendas de quiénes eran - Mis, mis ancestros

- Muy bien muchacho - felicitó Antioch, su rostro severo - Sabes la historia

- La sé - afirmé

- Entonces sabes que eres el amo de la muerte Harry - interfirió Ignotus

- Sí - dije y agregué rápidamente - Pero no sé lo que eso significa o qué conlleva

- Eres ciertamente el único que podía haberse convertido en el Amo de la Muerte - comentó Cadmus - Verás joven Harry, aquí el buen Ignotus fue el más listo de nosotros

- Aunque me cueste admitirlo - gruñó Antioch - Mi tonto hermano tiene razón

- Verás Harry - volvió a interferir Ignotus a lo cual agradecí, parecía que esos dos empezarían a pelear - Mi deseo complació a la muerte porque no había nada maligno en él, pedí algo para que pudiera irme sin que ella me siguiera, no pedí poder, no pedí interferir con su dominio, solo irme en paz; cuando ya me hice viejo pasé mi capa a mi hijo para que se protegiera también y tuviera una vida larga como yo

- Al contrario con él, yo, como sabrás - dijo Cadmus - Pedí algo para devolver los muertos a la vida, mi amada murió siendo joven y antes de casarnos

- Lo que te llevó a la locura - agregó Antioch - Aunque yo fui el que menos vivió en realidad, morí al día siguiente asesinado por mi ambición de poder, es bueno no tener a nadie que haya heredado ese rasgo

- Bueno sí consideras a Tom - murmuré pero fui escuchado

- Ese es problema de Cadmus no mío, no vino de mí - se excusó rápidamente

- Cómo te darás cuenta Harry - terció Ignotus - La varita te tiene como dueño, su lealtad a ti viene no por muerte sí no por victoria, la ganaste; la capa de invisibilidad es tuya por legado y seamos sinceros tú quieres tener una vida larga y feliz; por último, la piedra de la resurrección, reliquia de la familia de Cadmus que ahora es tuya y no porque vencieras a la familia que la tenía, sí no que no la usaste para llamar a los muertos a la vida

- Pero - traté de refutar, ya que usé la piedra para hablar con mis padres, Remus y Sirius

- Los viste sí, los llamaste, pero no para darles vida, lo hiciste porque querías hablar con ellos, una seguridad para entregarte a la propia muerte - explicó con paciencia - Al tener otra vez la piedra en tus manos no la has usado por más que querías hacerlo y eso Harry, eso solo demuestra tu gran respeto por la Muerte

- Has muerto y vuelto a la vida, cruzaste el umbral entre mundos y te mostraste digno ante la Muerte misma - proclamó solemne Cadmus - No quieres poder, no devuelves a los muertos aunque vaya contra los deseos de tu corazón para no alterar el equilibrio, solo quieres vivir de forma larga y feliz

- Pero no podrás - continuó Antioch - Al menos no aquí, no en éste tiempo, no con todos los eventos que cambiaron tu vida

- Mis descendientes siempre viven vidas largas - tomó la palabra Ignotus - La única excepción fue tu padre, porque él no portaba la capa cuando la muerte se cernía sobre él; lo que te diré no te gustará pero debes saber que James no entregó la capa a Dumbledore a voluntad como él te contó - mi corazón bombeaba con fuerza con esas palabras - Se la mostró una vez para confirmar que lograría hacer una misión para la Orden y Albus la reconoció, le interrogó sobre ella y luego usó la maldición imperius sobre él para que se la dejara, luego tu padre y madre fallecieron

Enemigos de los Herederos ¡Temed!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora